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Foto del escritor Liliana Méndez Ebra

SER PARTE DE SU EQUIPO Y SERVIRLE CON FERVOR…


(Basado en el Capítulo 3 de Nehemías)

ALGO ACERCA DE NEHEMÍAS -


  • Nehemías, cuyo nombre significa JEHOVÁ CONSUELA, es un famoso copero que sólo aparece en el libro que lleva su nombre. Los escritores del Nuevo Testamento no lo mencionan.

  • Se cree que pudo haber sido parte del libro de Esdras y versiones como la Septuaginta (LXX) y la Vulgata lo llaman, “el segundo Libro de Esdras”.

  • Ciertamente parte del libro parece fue sacado de los diarios personales de Nehemías, a quien se le adscribe su autoría. Está escrito en primera persona desde la perspectiva de su autor e incluye documentos de estado a los cuales parece tenía acceso.

  • Los acontecimientos en Nehemías 1 comienzan a finales del año 446 a. C., el año 20 del Rey persa Artajerjes. El libro sigue un relato cronológico a partir del primer término de Nehemías como gobernador de Jerusalén alrededor del 445-433 (Nehemías 1-12) y posteriormente, a su segundo término posiblemente alrededor del 424 a. C. (Nehemías 13). Se cree que Esdras escribió parte del libro en o después del segundo término de Nehemías.

CUANDO LA REALIDAD DEL MOMENTO NOS IMPACTA -


Para beneficio de todos, queremos recordar un poco la historia y las razones por las cuales Nehemías dejó su puesto de gran honor en la corte del Rey Artajerjes y su propia comodidad para ir a Jerusalén a reconstruir el muro de la ciudad:


Dios había prometido una y otra vez al pueblo israelita que, si no se arrepentían de sus malos caminos y se tornaban a Él, iba a venir juicio sobre ellos. Jehová utilizó a pueblos paganos, asirios y babilónicos, para disciplinar a Judá e Israel. Ya para el 722 a.C. los asirios habían deportado y dispersado a las 10 tribus del norte (Israel). Alrededor de dos siglos más tarde, Dios usó a los babilónicos para saquear y casi destruir a Jerusalén, (Judá, el reino del sur). Finalmente, Dios permite un exilio de 70 años que había sido profetizado por el profeta Daniel. Después de ese tiempo, los persas eran los conquistadores del mundo. Jerusalén había permanecido baldía. Su templo destruido igual que sus murallas. Sólo un remanente de personas en el campo daba testimonio de que, en un momento dado, allí había vivido el pueblo escogido de Dios.


El libro de Esdras comienza con el decreto del rey persa Ciro, un rey pagano, que les permite a los israelitas regresar a Jerusalén a comenzar a reconstruir la ciudad. A partir de este evento, se les permitió a los judíos ir poco a poco a reiniciar su vida y reestablecer la ciudad comenzando con el templo.


La reconstrucción del templo, restablecer las Leyes de Jehová y enseñarlas tomaron más o menos desde el 538 a.C. hasta el 445 a.C. Participaron como líderes de estas “expediciones” Zorobabel y Esdras. Durante este tiempo también leemos la intervención de la reina Esther en la vida de los judíos que permanecieron en Persia.

De hecho, se cree que, aunque los ancestros de Nehemías habían sido ciudadanos de Jerusalén, parece que su padre, Halcías, se quedó en la tierra de su cautiverio y prefirió permanecer allí aun cuando, por el decreto de Ciro, podía haber regresado a su propio país.


ME PARECE IMPORTANTE QUE COMO CRISTIANOS CONOZCAMOS LAS ESCRITURAS. Es interesante que las historias de algunos de estos libros se desarrollaron de forma simultánea y no necesariamente cronológica.

PERO VOLVAMOS A NUESTRA HISTORIA –


En el 444 a.C. (más o menos) Nehemías siente la convocatoria del Señor para participar en lo que sería el tercer viaje hacia Jerusalén para levantar los muros de la ciudad y posteriormente también levantar la ciudad misma.

VAMOS ENTONCES A CONOCER A NEHEMÍAS -


Nehemías 1:1-2 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

1 Palabras de Nehemías hijo de Hacalías. Aconteció en el mes de Quisleu, en el año veinte, estando yo en Susa, capital del reino, 2 que vino Hanani, uno de mis hermanos, con algunos varones de Judá, y les pregunté por los judíos que habían escapado, que habían quedado de la cautividad, y por Jerusalén.

Nehemías se entera del estado en el que se encontraba el remanente que había ya regresado a Jerusalén a iniciar el proceso de levantar el templo y la ciudad. Se les describe como que están en “gran mal estado y afrenta” puesto, entre otras cosas, el muro de Jerusalén no se había restaurado y sus puertas permanecían quemadas. Observamos en el versículo 4 que esto conmueve a Nehemías hasta las lágrimas.

Me parece que a veces nosotros los cristianos necesitamos sentirnos conmovidos también por todo lo que está pasando en el mundo. Me refiero a la persecución y necesidades de otros que, por estar lejos, nos parece que nada tienen que ver con nosotros.

He aquí un hombre que fue impactado por las condiciones de su pueblo aun cuando estaba cómodo y seguro en su hogar.

Después de ser conmovido, llorar y guardar luto por sus hermanos en la distante Jerusalén (Nehemías 1:4), su próxima reacción no fue cambiar de canal, ni olvidarse del dolor de sus hermanos. Lo próximo que hizo fue orar y ayunar para pedir dirección al Señor. Nehemías vio claramente que él era parte de lo que Dios quería para su pueblo. No esperó un llamado del cielo para asumir su responsabilidad. A veces postergamos lo que sabemos que es correcto en espera de un llamado dramático. Que alguien nos diga algo, que una canción o un mensaje nos confirme lo que Dios quiere para nuestra vida. Nehemías tuvo la iniciativa de ofrecerse al Señor… ¿Dios qué puedo hacer yo para ayudar en esta situación que afecta a mis hermanos?

Nehemías 1:5-11 Nueva Traducción Viviente (NTV)

5 y dije: «Oh Señor, Dios del cielo, Dios grande y temible que cumples tu pacto de amor inagotable con los que te aman y obedecen tus mandatos, 6 ¡escucha mi oración! Mírame y verás que oro día y noche por tu pueblo Israel. Confieso que hemos pecado contra ti. ¡Es cierto, incluso mi propia familia y yo hemos pecado! 7 Hemos pecado terriblemente al no haber obedecido los mandatos, los decretos y las ordenanzas que nos diste por medio de tu siervo Moisés. 8 »Te suplico que recuerdes lo que le dijiste a tu siervo Moisés: “Si me son infieles los dispersaré entre las naciones; 9 pero si vuelven a mí y obedecen mis mandatos y viven conforme a ellos, entonces aunque se encuentren desterrados en los extremos más lejanos de la tierra, yo los volveré a traer al lugar que elegí para que mi nombre sea honrado”. 10 »El pueblo que rescataste con tu gran poder y mano fuerte es tu siervo. 11 ¡Oh Señor, te suplico que oigas mi oración! Escucha las oraciones de aquellos quienes nos deleitamos en darte honra. Te suplico que hoy me concedas éxito y hagas que el rey me dé su favor. Pon en su corazón el deseo de ser bondadoso conmigo». En esos días yo era el copero del rey.

Dios nos coloca en el lugar en donde podemos servirle de una mejor forma. No tenemos que esperar a estar en una nueva posición, un nuevo trabajo o vecindario. ¿Qué tienes en tu mano ahora? Te aseguro que cuando Moisés pensó en ir a hablar con Faraón no le pareció tremenda herramienta su vara, pero precisamente eso fue lo que El Señor le dijo que usara. Nehemías era el copero del rey. Una posición importante y peligrosa puesto que el copero era el filtro para evitar que el rey fuera envenenado.

Nehemías 2:1-2 Nueva Traducción Viviente (NTV)

2 A comienzos de la siguiente primavera, en el mes de nisán, durante el año veinte del reinado de Artajerjes, le servía el vino al rey y, como nunca antes había estado triste en su presencia, 2 me preguntó: —¿Por qué te ves tan triste? No me parece que estés enfermo; debes estar profundamente angustiado. Entonces quedé aterrado,

LA IMPORTANCIA DE NUESTRO TESTIMONIO –


Que imprescindible que nuestras palabras vayan en conformidad con nuestras acciones. Dios no puede bendecirnos si nosotros no vivimos una vida que le agrade. Lamentablemente he conocido a “cristianos” cuyas conductas dejan mucho que desear. Ante las situaciones difíciles, no son capaces de mantenerse sin quejarse, hablar mal de otros y respirar este aire de que ellos tienen la única verdad. Se rebelan juntándose con otros que confabulan en la oscuridad de la noche justificando sus acciones con algún nombre de “amor”. Si en vez de ser un hombre de una sola pieza, Nehemías hubiese sido conocido por algo que no hubiese sido su testimonio, el rey nunca hubiese confiado en su palabra y en su legítima preocupación por sus hermanos en Jerusalén.

Nehemías 2:4-6 Nueva Traducción Viviente (NTV)

4 El rey preguntó: —Bueno, ¿cómo te puedo ayudar? Después de orar al Dios del cielo, 5 contesté: —Si al rey le agrada, y si está contento conmigo, su servidor, envíeme a Judá para reconstruir la ciudad donde están enterrados mis antepasados. 6 El rey, con la reina sentada a su lado, preguntó: —¿Cuánto tiempo estarás fuera? ¿Cuándo piensas regresar? Después de decirle cuánto tiempo estaría ausente, el rey accedió a mi petición.

He aquí la respuesta de un siervo de El Dios Altísimo. Alguien comprometido con la obra y que tiene la visión correcta de que es parte del cuerpo de Cristo. De la familia de la fe, es parte del equipo del Señor, puesto que Dios tiene un solo equipo. Seremos diferentes porque vivimos en lugares diferentes y tenemos costumbres diferentes. Adoraremos al Señor de formas diferentes, pero tenemos que desarrollar la consciencia de que todos pertenecemos al mismo equipo. Lo que pasa en la India, tiene una repercusión en todo el cuerpo, como si pasara en mi iglesia local.

Nehemías entonces se apresura a hacer todo lo necesario para restaurar las murallas. Claro, sabemos que nunca es fácil cuando pretendemos servir al Señor. Los primeros escollos los encontramos dentro de la iglesia. En personas a quienes amamos, pero que no están conectadas con el Señor. Puedes haber estado en la iglesia “sepetecientos” años, ser un líder o hasta el pastor de la grey y estar viviendo fuera de la conexión con Cristo Jesús. La cultura de la iglesia a veces se apodera de nosotros y caminamos como si ya todo lo hubiésemos aprendido. La verdad es que la experiencia con el Señor se forja de día en día. Todos los días Él dirige nuestro camino y nos sorprende con Su forma de actuar para con nosotros y los que nos rodean. Nehemías no fue distinto a nosotros. Tuvo que animar a los que allí encontró y explicarles la visión que el Señor le había dado de levantar los muros.

Nehemías 2:18 Nueva Traducción Viviente (NTV)

18 Después les conté cómo la bondadosa mano de Dios estaba sobre mí, y acerca de mi conversación con el rey. De inmediato contestaron: —¡Sí, reconstruyamos la muralla! Así que comenzaron la buena obra.

El primer requisito para poder ser utilizados por El Señor dentro de Su equipo es decidirnos a actuar. No es suficiente orar y ayunar para que El Señor obre. ¡NECESITAMOS ACTUAR…!

En el caso de Nehemías, una vez que se iniciaron los trabajos, comenzaron a surgir problemas tal y como nos ocurre a nosotros. Los obstáculos en contra de la obra surgen dentro y fuera de la iglesia. Vecinos con los que no tenemos buena relación, gente que obstaculizan los planes y los trabajos. Todos los hemos conocido. Así mismo, Nehemías se confrontó con gente que, no solamente, no querían nada bueno para el pueblo, sino que se dedicaron a levantar comentarios y chismes que resultan tan perjudiciales para la unidad necesaria dentro del cuerpo de Cristo. Unos porque quieren controlarlo todo creyendo que son idóneos para la tarea. Otros porque no contaron con ellos, TODOS, dentro y fuera de la iglesia, que se oponen a la obra son instrumentos del enemigo.

Dios no necesita a nadie para hacer lo que quiera hacer. ¡ÉL ES DIOS! Y en última instancia, va a usar a quien Él quiera. A veces los que pensamos son los mejores para la batalla, pues están mejor preparados o dotados para la tarea, no aceptan ser parte del Escuadrón de Cristo. Este “escuadrón, es un grupo que aprende a no tener sino a Jesús como su capitán. No tienen problemas de seguir las órdenes del Maestro, pues saben que el único que tiene que brillar es Cristo Jesús. Estos trabajan sin esperar recibir recompensa o ninguna palabra de aprecio. Saben que trabajan para agradar a Su Capitán. Cuando los que están en mejores posiciones para ayudar deciden no hacerlo…Dios siempre levanta siervos que están dispuestos a asumir su responsabilidad sin problema alguno.

El capítulo 3 registra los nombres de los que ayudaron a restaurar el muro y las puertas de la ciudad. Sin embargo, el versículo 5 nos habla de los tecoítas, ciudadanos de una ciudad localizada en el desierto de Tecoa, que ayudaron a reconstruir el muro de Jerusalén. Pero, también menciona que sus líderes no se presentaron para ayudar en la obra.

¿Qué razones tendrían los nobles para no respaldar esta obra?

Quizás no estaban de acuerdo que Nehemías, una persona nueva en la comunidad fuera el líder.

Quizás pensaron que el trabajo era sucio y no estaba a su nivel o altura.

Quizás tenían pereza y no querían esforzarse si eso conllevaba algún sacrificio.

Quizás no querían ser parte de un equipo, si no controlarlo, si no soy yo quien mando…”me llevo el bate y la bola” …

Cualquiera que haya sido su razón, lo que se registra en la historia es que se perdieron de participar en el “Escuadrón de Jehová”. Hoy en medio nuestro también hay personas que parecen tener las mismas razones para no ser parte del “Equipo del Señor”.

Lo que es importante recordar es que la única forma en que El Señor puede manifestarse en todo su esplendor es estar unánimes.


ESTAR UNÁNIMES ENTONCES EN EL SEGUNDO REQUISITO PARA SER PARTE DEL EQUIPO DEL SEÑOR.

¿No nos parece familiar este concepto?

Recordemos que estar unánimes fue uno de los requisitos para la manifestación y venida del Espíritu Santo:

Hechos 2:1-3 (RVR1960)

2 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.

NO PODEMOS PRETENDER QUE EL ESPÍRITU DE DIOS SE AGRADE, SINO ESTAMOS DISPUESTOS A DEPONER NUESTRAS DIFERENCIAS Y SOMETERNOS A SU PLAN, A SU EQUIPO, Y A SUS NORMAS.

A PARTE de estar todos unánimes y juntos, ¿qué otro requisito es vital para completar la obra para la cual estamos siendo convocados?

Hasta el versículo 19 del capítulo 3 leemos los nombres y las partes de las murallas que cada grupo restauraba. Pero el vs. 20 hace un alto y dice:

Nehemías 3:20 (RVR1960)

20 Después de él Baruc hijo de Zabai con todo fervor restauró otro tramo, desde la esquina hasta la puerta de la casa de Eliasib sumo sacerdote.

SE MENCIONA LA PALABRA FERVOR, algo tan importante para el Señor, que permitió que entrara en la descripción del capítulo 3.

¿Qué significa Fervor?

Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe:

describe fervor como:

1. Devoción, intensidad en el sentimiento religioso:

2. Entusiasmo, ardor, eficacia con que se hace algo:

3. Admiración, adoración hacia alguien o algo:

ES DECIR, QUE NO ES SIMPLEMENTE HACER LO QUE TENEMOS QUE HACER. NO ES SOLAMENTE ESTAR UNÁNIMES…SINO PONER TODO NUESTRO CORAZÓN Y EMPEÑO PARA HACER QUE NUESTRO TRABAJO PARA EL SEÑOR SEA CON ENTUSIASMO, CON PASIÓN, COMO ÉL SE MERECE.

Colosenses 3:23-24 (RVR1960)

23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; 24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.

EL CUARTO REQUISITO para pertenecer al Equipo del Señor es tener la sensatez de planificar las estrategias.


El cuidado de obtener los fondos y anticipar cualquier problemática que pueda surgir en el camino. Nehemías fue un líder práctico. Reconocía los problemas y conflictos de la obra. No subestimó a sus enemigos e hizo provisión para la seguridad de los trabajadores.

Nehemías 4:14-16 (RVR1960)

14 Después miré, y me levanté y dije a los nobles y a los oficiales, y al resto del pueblo: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas. 15 Y cuando oyeron nuestros enemigos que lo habíamos entendido, y que Dios había desbaratado el consejo de ellos, nos volvimos todos al muro, cada uno a su tarea. 16 Desde aquel día la mitad de mis siervos trabajaba en la obra, y la otra mitad tenía lanzas, escudos, arcos y corazas; y detrás de ellos estaban los jefes de toda la casa de Judá.

De acuerdo a las Escrituras, el muro fue terminado en 52 días (Nehemías 6:15). La terminación de éste fue un tremendo golpe para los enemigos de Judá. Más tarde el pueblo experimentó un gran avivamiento después que se comenzara la lectura pública de la ley por parte de Esdras.

Salmos 126:2-3

2 Entonces nuestra boca se llenará de risa, Y nuestra lengua de alabanza; Entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos. 3 Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; Estaremos alegres.

Nuestro Dios es un tremendo estratega. Siempre está diseñando formas de irrumpir en el corazón de nosotros, sus siervos, y de aquellos a quienes persigue para que sean parte de Su Familia. Pero, hemos aprendido que este trabajo requiere ser parte del Escuadrón de Cristo. Dios no quiere que seamos "lobos solitarios". Primeramente tenemos que desarrollar la consciencia de que todo lo que pasa en el cuerpo, aunque se desarrolle a miles de millas de donde vivimos NOS CONCIERNE. Tenemos que pedirle al Señor que nos ayude a desarrollar la misma visión, todos unánimes, trabajar con ahínco y fervor sin perder de vista que el buen trabajo requiere planificación, esfuerzo y sana dirección. Entonces, con la ayuda del Espíritu Santo, podremos ganar el mundo para Cristo.


¡LABORANDO JUNTOS DE AQUÍ A LA ETERNIDAD!





REFERENCIAS –

1- Biblia de Estudio de MacArthur, Grupo Nelson, 2015

3- Comentario Bíblico Beacon, Casa Nazarena de Publicaciones, 1990

4- Comentario Bíblico de William MacDonald, Editorial CLIE, 2004

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