Basado en Isaías 6:1
Isaías 6:1 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
6 En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.
¿QUIÉN FUE UZÍAS?
Encontramos la historia de Uzías en 2 Reyes 15:1-7 y en 2 Crónicas 26.
En 2 Reyes, al rey se le conoce por el nombre de Azarías, pero es el mismo monarca.
Es el 10mo. rey de Judá.
Comenzó a reinar cuando tenía 16 años y reinó 52 años en Jerusalén (vs. 3).
"Hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho Amasías su padre" (vs. 4).
Se propuso "buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones de Dios, y en estos días en que buscó a Jehová, él le prosperó" (vs. 5).
Dirigió bien al ejército y ganó muchas batallas. Llegó a comandar 307,500 guerreros (vs.12-13). Dios le ayudó contra los filisteos, los árabes y amonitas'; y su fama se extendió hasta la frontera de Egipto pues se había hecho poderoso (vs. 7-8).
Edificó torres, y ciudades. Abrió cisternas y tuvo mucho ganado. Además, tuvo agricultores y viñadores en la región montañosa, y en los campos fértiles porque amaba la agricultura (vs. 10).
Hizo máquinas ingeniosamente diseñadas al estilo de catapultas (vs. 15).
DEBILIDADES DE UN REY:
2 Reyes 15:4 y 2 Crónicas 26:16 nos hablan de la actitud de soberbia que Uzías desarrolló ante el Señor. Hablan de un corazón enaltecido, hablan de una actitud de rebeldía. La Escritura nos presenta un cuadro de un líder exitoso, innovador, con amor por la agricultura. Un hombre que se había propuesto buscar el rostro y la voluntad del Señor. Mientras su corazón permaneció fiel al Dios que lo había puesto en gracia, todo marchó bien, pero en cuanto apartó su vista de Dios, en cuanto olvidó darle la gloria a Quien la merece, en cuanto se creyó el viejo cuento de que podemos divorciar nuestras decisiones del Señor y aún ser bendecidos por Él ...todo se vino abajo.
Hay personas que no pueden tener ni un poquito de poder, porque se les olvida de dónde viene nuestra fuerza, gracia y autoridad. De hecho, recuerdo un querido compañero de trabajo que siempre decía que "Dios no le da alas al ave ponzoñosa". Por otro lado, mi querida comadre siempre dice que "para conocer una persona sólo tenemos que darle un puestecito". Al pobre Uzías "se le vio la costura en cuanto se creyó que su éxito provenía de sí mismo y no de Dios. Un peligro que lamentablemente vemos repetirse casi a diario.
¿DÓNDE FALLÓ UZÍAS?
2 Reyes 15:4 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
4 Con todo eso, los lugares altos no se quitaron, porque el pueblo sacrificaba aún y quemaba incienso en los lugares altos.
Uzías no destruyó estos lugares en Judá, como tampoco su padre Amasía, ni su abuelo Joás, lo habían hecho. Aún cuando estos reyes fueron "básicamente buenos", fueron líderes deficientes en ciertas áreas.
En el libro de Cantares encontramos la siguiente cita:
Cantares 2:15 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
15 Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; Porque nuestras viñas están en cierne.
A veces creemos que podemos servir, amar y obedecer a Dios a medias. Casi, casi...lo hemos entregado todo. Después de todo...esa ira, esos celos, ese deseo de conservar algo para mí es tan pequeñito que ni siquiera se ve. Bien...es posible que puedas engañar a todos, pero nunca podrás engañar a Dios.
FINALMENTE, ese pequeño "bolsillo" que Uzías no había entregado a Dios, creció y se convirtió en una lepra...primero del alma y después del cuerpo.
2 Crónicas 26:16-19, nos relata cómo el corazón de Uzías se enalteció hasta corromperse. Actuó con infidelidad en contra de Jehová, su Dios, y entró en la casa de Jehová para quemar incienso en el altar del incienso. Uzías trató de ejecutar deberes sacerdotales en abierta desobediencia a Dios.
Su acción puso de manifiesto su menosprecio a la posición de otros, en este caso, la de los sacerdotes. A veces creemos que sólo nosotros podemos hacer las cosas mejor que nadie. Esta actitud no solamente es peligrosa porque eventualmente no podremos con la carga de las responsabilidades que no deberíamos tener, sino que impide el que otros puedan desarrollarse haciendo la voluntad de Dios en sus vidas.
HAY QUE MATAR AL REY...
En el año en que murió Uzías, Isaías recibió su llamado. Se ha dicho que el profeta estaba emparentado con el rey, y por tanto disfrutaba de algunos privilegios en el reino. Sin embargo, para poder apropiarnos del llamado de DIos, tenemos que estar espiritualmente listos. Ésto incluye cambiar nuestro modelo (Uzías) por el modelo de Jesús...un modelo perfecto. Isaías tuvo que "enterrar" su seguridad y protección pues estaba fundamentada en la figura de un hombre, que si bien es cierto había hecho cosas buenas, había permitido que su orgullo, rebeldía y falta de sumisión lo pusieran en pecado y total separación de Dios.
El ejemplo de Isaías y Uzías nos enseña que antes de posicionarnos en el lugar en donde nos van a plantar para el servicio, Dios tiene que pasarnos por el torno:
Jeremías 18:1-6 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
18 Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: 2 Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. 3 Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. 4 Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. 5 Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 6 ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.
Ésto significa que tenemos que tomar la firme decisión, con la ayuda del Espíritu Santo, de matar todo lo que nos impide y estorba en nuestra relación con Dios.
LO QUE HAY QUE MATAR...
Orgullo/Altivez - (Proverbios 6:16-19)
Murmuración y Crítica - (Santiago 4:11-12)
Chismes - (Proverbios 26:20-28)
Ataques de mal humor
Ira - (Salmos 37:8)
Sentimientos de culpa
Celos - (Santiago 3:16)
Envidia - (Proverbios 14:30)
Necesidad de ser perfecto(a)
Recuerdos del pasado cuando afectan nuestro presente y futuro
HAY QUE MATAR TAMBIÉN TODO AQUELLO QUE PRETENDAMOS CORONAR COMO NUESTRO REY:
Excesivo amor por una persona, cosa o lugar.
Amor al dinero y a las posesiones.
Obsesión por lograr una posición o trabajo.
EN RESUMEN, no podemos agradar a Dios si no le hemos entregado todo en nuestra vida. Ésto incluye nuestros sueños y anhelos; nuestras debilidades y nuestros pecados. Entregarlo TODO entonces requiere una rendición al Dios Soberano. Aún lo que parece insignificante para tí, si no lo entregas corres el peligro de que muy pronto se convierta en "lepra". Y adicionalmente, no estaremos listos para recibir el llamado de Dios si no somos capaces de matar, con Su ayuda, todo lo que al final, nos separará de Él.
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