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Foto del escritor Liliana Méndez Ebra

JESÚS... PASTOR Y PUERTA AL CIELO...




Basado en Juan 10:1-15 (RVR1960)

10 De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador. 2 Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. 3 A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. 4 Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. 5 Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. 6 Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía. 7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. 9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. 11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. 12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. 13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. 14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.

¿POR QUÉ LA FIGURA DEL PASTOR?

En el Antiguo Testamento Dios Padre se describe como un Pastor. De esta forma leemos en el famoso Salmo 23… “Jehová es mi pastor; nada me faltará”. Pero en el Nuevo Testamento, es Jesús… el Mesías… el Hijo de Dios, a quien ahora se le otorga esta posición. Con Su declaración de ser El Buen Pastor, Jesús está declarando Su Divinidad al mundo entero.

Hebreos 13:20

20 Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno,

Esta figura del pastor no era ajena en los tiempos de Jesús. La parte principal de Judea es la meseta central que se extiende unos 50 kilómetros de Betel a Hebrón. El terreno es, en su mayoría, áspero y pedregoso. Así que Judea era un país mucho más pastoral que agricultor. Entonces, lógicamente, la figura más representativa de las tierras altas de Judea era la del pastor.

LA VIDA DEL PASTOR

Por lo que sabemos, era una vida bien dura. No se podía distraer ni un segundo, pues como había poco que pastar, las ovejas siempre estaban deambulando. No había vallas de protección así que siempre estaban en inminente peligro de perderse. Además, la misión del pastor era peligrosa pues tenía que proteger su rebaño de fieras, especialmente de los lobos, y aún de ladrones y salteadores.

En uno de los comentarios bíblicos encontré esta descripción acerca de Palestina escrita por Sir George Adam Smith, un conocido geógrafo. Escribe que en las noches se podía escuchar las hienas aullando en algún cerro, así que los pastores no dormían mirando siempre hacia la lejanía. Curtidos a la intemperie, apoyaban su cayado velando a sus ovejas a quienes no solamente cuidaban sino llevaban en su corazón. Sir George entonces nos recuerda que esta es la razón por la cual la figura del pastor de Judea quedó plasmada en la historia de su pueblo y por qué Jesús lo toma como prototipo de providencia y sacrificio.

La constante vigilancia, su valor y arrojo, pero sobre todo el amor por su rebaño fueron las cualidades características del pastor en el pueblo de Israel.

ELEMENTOS QUE DISTINGUÍAN AL PASTOR DE JUDEA

  • El pastor de Palestina llevaba un zurrón (bolsa grande de piel de animal) donde llevaba su comida y algunas otras cosas. Por lo regular cargaba pan, higos secos, aceitunas y queso.

  • Tenía una onda para usarla como arma, pero como no tenía perros ovejeros, también le servía para llamar la atención de alguna oveja cuando se iba por algún camino equivocado. Para que diera vuelta y regresara nuevamente al sendero, usualmente le lanzaba una piedra a la nariz.

  • El pastor tenía su garrote, un palo recio y fuerte con una protuberancia de madera en un extremo. A veces lo reforzaba con clavos y una hendidura en el asa por la que le pasaba una correa para colgarselo en el cinturón. Era el arma con la que se defendía él y a su rebaño de fieras y ladrones.

  • A la caída de la noche cuando las ovejas iban entrando en el redil, el pastor sostenía el garrote a la entrada, bien cerca del piso y todas las ovejas tenían que pasar por debajo. Al pasar cada una, el pastor las examinaba para ver si tenían alguna herida o se habían hecho daño.

  • La relación del pastor con sus ovejas era bien íntima, pues en vez de criarlas para carne, como en otros países, el pastor de Palestina las criaba para lana. Esto hacía que las mismas ovejas pasaran años con el mismo pastor. Él las conocía a todas por sus nombres. A menudo los nombres eran descriptivos, como Patanegra, Rabolargo, etc.

  • El pastor iba delante, y sus ovejas le seguían. Él caminaba delante para asegurarse de que el camino fuera seguro. A veces había que animar a las ovejas para que le siguieran. En uno de los comentarios aparece el relato de un viajero que vio a un pastor llegar al borde de un torrente mientras guiaba su rebaño. Las ovejas se resistían a seguirle, así que tomó un corderito en brazos y lo cruzó. Cuando la oveja vio al cordero al otro lado, ella también cruzó y posteriormente el resto del rebaño la siguió.

  • Es cierto que las ovejas de esa comarca conocen y entienden la voz de su pastor; y que no obedecen la voz de un extraño. Dicen los que han visto como se comunica el pastor con su rebaño que hablan de una manera que parece un sonsonete alto, usando un lenguaje extraño y distinto a nada que uno hubiese escuchado antes. Un escritor que presenció una escena en una cueva donde dos pastores habían tenido que refugiar a sus respectivos rebaños contó que al llegar la mañana uno de los pastores se puso a cierta distancia e hizo un llamado peculiar que sólo sus ovejas conocían. Al poco tiempo había reunido a todo su rebaño alrededor de él.

JESÚS, EL BUEN PASTOR

La imagen de nuestro Salvador como Aquel que nos pastorea, provee y defiende, nos recuerda el valor que cada uno de nosotros, sus ovejas, tenemos para él. Después de todo, hemos sido comprados a precio de Su sangre. Sin embargo, este concepto de valor único no era y no es tan fácil de entender. Así que Lucas recoge una parábola donde El Buen Pastor, porque conoce y ama a cada oveja, no permite que ninguna se extravíe. Este Buen Pastor está atento a los movimientos de sus ovejas y en cuanto pierde de vista a una, sale a buscarla sabiendo que el resto de la manada permanece segura.

Lucas 15:1-7 (NTV)

15 Los cobradores de impuestos y otros pecadores de mala fama a menudo venían a escuchar las enseñanzas de Jesús. 2 Por eso los fariseos y los maestros de la ley religiosa se quejaban de que Jesús se juntaba con semejantes pecadores, ¡y hasta comía con ellos! 3 Entonces Jesús les contó la siguiente historia: 4 «Si un hombre tiene cien ovejas y una de ellas se pierde, ¿qué hará? ¿No dejará las otras noventa y nueve en el desierto y saldrá a buscar la perdida hasta que la encuentre? 5 Y, cuando la encuentre, la cargará con alegría en sus hombros y la llevará a su casa. 6 Cuando llegue, llamará a sus amigos y vecinos y les dirá: “Alégrense conmigo porque encontré mi oveja perdida”. 7 De la misma manera, ¡hay más alegría en el cielo por un pecador perdido que se arrepiente y regresa a Dios que por noventa y nueve justos que no se extraviaron!

LAS CONOCE POR SU NOMBRE

Al igual que el pastor de Judea conocía a sus ovejas por nombre, a través de los ejemplos de la Biblia, sabemos que El Señor también nos conoce de esta forma.

  • Cuando Jehová ordenó la construcción del primer tabernáculo, específicamente seleccionó a los artesanos que servirían de directores de la obra.

Éxodo 31:2-3 (RVR1960)

2 Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; 3 y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte,

Nota que El Señor juntamente con el llamado, les capacitó para la obra a la cual estaban siendo comisionados.

  • Cuando llamó a Moisés para convertirse en el libertador de su pueblo.

Éxodo 33:17 (RVR1960)

17 Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre.

  • Moisés creyó que podía esconderse en el desierto, pero hasta allí Dios le alcanzó. No podemos escondernos de ÉL.


  • No hay edades para El Señor, lo mismo considera un adulto, un anciano que un jovencito. Dentro de su rebaño, no hay retiro… Todos tenemos nuestro lugar.

1 Samuel 3:3-4

3 Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde estaba el arca de Dios; y antes que la lámpara de Dios fuese apagada, 4 Jehová llamó a Samuel; y él respondió: Heme aquí.

  • No hay ningún lugar donde El Pastor no pueda alcanzarnos. Sin embargo, tenemos que aceptar su invitación a acompañarlo para ser parte de su redil.

Lucas 19:5 (RVR1960)

5 Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.

FINALMENTE,

2 Timoteo 2:19 (NTV)

19 Sin embargo, la verdad de Dios se mantiene firme como una piedra de cimiento con la siguiente inscripción: «El Señor conoce a los que son suyos» y «Todos los que pertenecen al Señor deben apartarse de la maldad».

Me da mucha pena escuchar a tantas personas que piensan que El Señor esta ajeno al mundo que creó. Supongo que es más fácil creer que pueden esconderse entre los millones de personas que habitan esta tierra. Lo gracioso es que Dios nos conoce desde que estamos en el vientre de nuestra madre…así mismo nos lo recuerda David (Salmos 139:13-16). ¡De Él nadie se escapa! Eso sí, aun cuando El Buen Pastor sale a buscar la oveja perdida, ésta tiene que dar la media vuelta y encontrarse con él. Siempre tendremos la alternativa de no acudir al llamado del Pastor…. PERO… tendremos que asumir las consecuencias de tal decisión por toda la eternidad.

PERO ELLOS NO ENTENDIERON (vs. 6)

Jesús entonces se aplica la parábola a sí mismo. Es un hecho que las ovejas necesitan del Pastor.

JESÚS LA PUERTA –

En los pueblos había dos clases de refugios. Los corrales donde se metían todos los rebaños de los vecinos cuando volvían a casa por la noche. Estos estaban protegidos por una puerta recia de la que solamente el portero tenía la llave. Era a esa clase de redil al que se refería Jesús en los versículos 2 y 3. Pero cuando el tiempo lo permitía y las ovejas no volvían por la noche al pueblo, se recogían en corrales al aire libre, que eran y son rediles cerrados con un vallado de estacas y redes. Tienen una apertura por la que entran y salen las ovejas, es decir sin puerta propiamente. Lo que sucedía era que por la noche el mismo pastor se tumbaba y acurrucaba en la apertura de forma que ninguna oveja podía salir sin pasar por encima de su cuerpo. O sea, que el pastor era literalmente la Puerta.

ESTO ERA LO QUE JESÚS TENÍA EN MENTE CUANDO DIJO… ” YO SOY LA PUERTA”. Es decir que Jesús se convierte en puerta y a la misma vez es el Pastor.

SÓLO A TRAVÉS DE JESÚS PODEMOS TENER ACCESO A LA PRESENCIA DE DIOS.

Juan 14:6 (NTV)

6 Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí.

A través de Jesús, tenemos acceso a la vida eterna, salvación, seguridad, sostén y dirección.

LOS QUE VINIERON ANTES DE MI (vs. 8)

Se refiere a los aventureros que surgían constantemente prometiendo a sus seguidores una edad de oro. Estos pretendientes eran terroristas que creían que el pueblo tenía que entrar en guerras sangrientas para experimentar una época dorada. En la parábola, Jesús dice claramente que esos no eran enviados de Dios. Al contrario, como su credo eran la guerra y el asesinato, dirigían al pueblo lejos de Dios.

Hoy en día todavía hay saqueadores que prometen un tiempo de paz y prosperidad utilizando las causas sociales. Puede parecer bonito, pero no te equivoques…esos tampoco son enviados de Dios.

Jesús es El único camino que conduce a Dios y al cielo. Él es el único que aquí en la tierra y a través de Su amor, nos puede dirigir de aquí a la eternidad.

REFERENCIAS –

1- Comentario Bíblico Beacon, Casa Nazarena de Publicaciones, 1985.

2- Biblia de Estudio MaCarthur, Grupo Nelson, 2015

3- William Barclay, Comentario al Nuevo Testamento, Editorial Clie, 2006

4- Comentario Biblico William MacDonald, Editorial Clie, 2004

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