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Foto del escritor Liliana Méndez Ebra

IMPERFECTOS, PERO RESTAURADOS PARA SERVIR ...



(Basado en Juan 18:15-18, 25-27 y Juan 21:15-19)

(Juan 18:15-18 Nueva Traducción Viviente)

15 Simón Pedro y otro discípulo siguieron a Jesús. Ese otro discípulo conocía al sumo sacerdote, así que le permitieron entrar con Jesús al patio del sumo sacerdote. 16 Pedro tuvo que quedarse afuera, junto a la puerta. Entonces el discípulo que conocía al sumo sacerdote habló con la mujer que cuidaba la puerta, y ella dejó entrar a Pedro. 17 La mujer le preguntó a Pedro: —¿No eres tú también uno de los discípulos de ese hombre? —No—le contestó Pedro—, no lo soy. 18 Como hacía frío, los sirvientes de la casa y los guardias habían hecho una fogata con carbón. Estaban allí de pie, junto al fuego, calentándose, y Pedro estaba con ellos, también calentándose.


ESTA HISTORIA SE ENCUENTRA EN LOS CUATRO EVANGELIOS -


Mateo 26:69-75 (Mateo 26:73-74 - Nueva Traducción Viviente)

Vs. 73 Un poco más tarde, algunos de los otros que estaban allí se acercaron a Pedro y dijeron: —Seguro que tú eres uno de ellos; nos damos cuenta por el acento galileo que tienes. 74 Pedro juró: —¡Que me caiga una maldición si les miento! ¡No conozco al hombre! Inmediatamente, el gallo cantó.


Marcos 14:66-72 (Marcos 14:70-71- Nueva Traducción Viviente)

70 Pero Pedro lo negó otra vez.Un poco más tarde, algunos de los otros que estaban allí confrontaron a Pedro y dijeron:—Seguro que tú eres uno de ellos, porque eres galileo.71 Pedro juró:—¡Que me caiga una maldición si les miento! ¡No conozco a ese hombre del que hablan!


Lucas 22:54-62 Nueva Traducción Viviente

54 Entonces lo arrestaron y lo llevaron a la casa del sumo sacerdote. Y Pedro los siguió de lejos. 55 Los guardias encendieron una fogata en medio del patio y se sentaron alrededor, y Pedro se sumó al grupo. 56 Una sirvienta lo vio a la luz de la fogata y comenzó a mirarlo fijamente. Por fin dijo: «Este hombre era uno de los seguidores de Jesús». 57 Pero Pedro lo negó: «¡Mujer, ni siquiera lo conozco!». 58 Después de un rato, alguien más lo vio y dijo: —Seguramente tú eres uno de ellos. —¡No, hombre, no lo soy!—contestó. 59 Alrededor de una hora más tarde, otra persona insistió: «Seguro este es uno de ellos porque también es galileo». 60 Pero Pedro dijo: «¡Hombre, no sé de qué hablas!». Inmediatamente, mientras aún hablaba, el gallo cantó. 61 En ese momento, el Señor se volvió y miró a Pedro. De repente, las palabras del Señor pasaron rápidamente por la mente de Pedro: «Mañana por la mañana, antes de que cante el gallo, negarás tres veces que me conoces». 62 Y Pedro salió del patio, llorando amargamente.


VAMOS AL DETALLE –


15 Simón Pedro y otro discípulo siguieron a Jesús. Ese otro discípulo conocía al sumo sacerdote, así que le permitieron entrar con Jesús al patio del sumo sacerdote. 16 Pedro tuvo que quedarse afuera, junto a la puerta. Entonces el discípulo que conocía al sumo sacerdote habló con la mujer que cuidaba la puerta, y ella dejó entrar a Pedro.


Según la tradición, el otro discípulo que se menciona en el Evangelio de San Juan es él mismo. El Sumo Sacerdote era Caifás. Algunos creen que en vez de Juan, pudiera tratarse de José de Arimatea o Nicodemo. Lo cierto es que este discípulo era suficientemente conocido como para tener acceso a una propiedad restringida, y hacer que Pedro entrara también. Este último permaneció en el patio.


17 La mujer le preguntó a Pedro: —¿No eres tú también uno de los discípulos de ese hombre? —No—le contestó Pedro—, no lo soy. 18 Como hacía frío, los sirvientes de la casa y los guardias habían hecho una fogata con carbón. Estaban allí de pie, junto al fuego, calentándose, y Pedro estaba con ellos, también calentándose.


Es posible que la portera conociera al otro discípulo como seguidor de Jesús y lógicamente le preguntó a Pedro si él también lo era.


Juan 18:25-27 Nueva Traducción Viviente

25 Mientras tanto, como Simón Pedro seguía de pie junto a la fogata calentándose, volvieron a preguntarle: —¿No eres tú también uno de sus discípulos? —No lo soy—negó Pedro. 26 Pero uno de los esclavos del sumo sacerdote, pariente del hombre al que Pedro le había cortado la oreja, preguntó: «¿No te vi en el huerto de olivos con Jesús?». 27 Una vez más, Pedro lo negó, y enseguida cantó un gallo.


Algunos comentaristas sugieren que, por la forma en que se hizo la pregunta…”NO ERES”, posiblemente esperaban una respuesta negativa, o sea que quizás la pregunta se hizo…”tú no eres uno de ellos ¿verdad?”. Después de todo, quién en su sano juicio que conociera a Jesús estaría allí, prácticamente en la “boca del lobo”.



UNOS PENSAMIENTOS ACERCA DE PEDRO –


Pedro había mostrado sus buenas intensiones para con Jesús. Esto no necesariamente indica que él estaba en lo cierto, ni que haya actuado con sabiduría como nos insta La Palabra. Pero en medio de su humanidad, había demostrado su lealtad al Maestro.


Alguna de sus acciones -

  • Desenvainó una espada para defenderle (Juan 18:10-11), aunque no era el único armado.

Lucas 22:38 Reina-Valera 1960

38 Entonces ellos dijeron: Señor, aquí hay dos espadas. Y él les dijo: Basta.


  • Otros habían huido, pero Pedro había seguido a Jesús.


¡NO ES SUFICIENTE TENER BUENAS INTENCIONES!


EL SEÑOR NOS CONOCE PERFECTAMENTE. SABE CUÁLES SON

NUESTRAS FORTALEZAS Y NUESTRAS DEBILIDADES


Mateo 26:30-35 Reina-Valera 1960

Jesús anuncia la negación de Pedro

(Mr. 14.26-31; Lc. 22.31-34; Jn. 13.36-38)

30 Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos. 31 Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas. 32 Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea. 33 Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré. 34 Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. 35 Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.


¿CUÁNTO AMAMOS A JESÚS?


Nos pasamos la vida entera proclamando nuestro amor por Jesús. En Puerto Rico tenemos un dicho…” con la boca es un mamey” (es fácil), pero en realidad ¿cuán real es ese amor?


Juan 21:15-19 Reina-Valera 1960

Apacienta mis ovejas

15 Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. 16 Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. 17 Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. 18 De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras. 19 Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme.


PEDRO…¿Me amas?


El significado de esta sección depende del uso de dos palabras que son sinónimos de amor. La palabra que usó Jesús (AGAPAS) para preguntarle a Pedro si lo amaba, alude a un compromiso y a una entrega total. La palabra que emplea Pedro para contestarle (PHILOS) (AFECTO) confirma su amor por Jesús, pero no implica un compromiso o una entrega total. No sabemos si Pedro utiliza esta palabra porque está consciente de que había traicionado al Maestro y quizás no se creía digno de afirmar una devoción suprema en vista de que sus acciones anteriores no lo respaldaban.


LA REALIDAD ES QUE JESÚS DEMANDA UN COMPROMISO TOTAL


La pregunta de Jesús acerca de si Pedro lo amaba “más que éstos” pudiera tener que ver con el hecho de que después de la muerte del Maestro, Pedro había regresado a su vida de antes como pescador; probablemente en espera de que El Señor se manifestara. O pudiera ser un recordatorio de la afirmación de Pedro de que, aunque todos se escandalizasen él nunca lo haría, no negaría a Jesús, y moriría por Él.


La pregunta pudiera “re-frasearse” a … ¿me amas lo suficiente para dejarlo todo atrás? Tenemos que hacernos esta pregunta… ¿estamos dispuestos a abandonarnos en los brazos del Maestro para hacer Su Voluntad? Ese es el “meollo” del asunto. ¿Para qué queremos restaurar nuestra relación con El Señor? Será que somos de los cristianos S.O.S. (señal universal para pedir ayuda). Nos hundimos y pedimos la intervención divina y una vez que llegamos a puerto seguro, nuevamente tomamos los remos de nuestra vida y navegamos por las mismas aguas que ocasionaron nuestra crisis.

Acerca de las tres veces en que El Maestro le pregunta a Pedro acerca de su amor, la mayoría de los comentaristas están de acuerdo en que este número en particular corresponde a las veces en que Pedro negó a Jesús. Parecería que Jesús está lidiando con las inquietudes del corazón de su seguidor.


LAS PALABRAS DE JESÚS ACERCA DEL AMOR DE PEDRO, SON LA VERDADERA BASE PARA EL SERVICIO QUE EL SEÑOR LE ENCOMIENDA A SU SIERVO.


Fíjate querido lector que Jesús no solamente está restaurando su relación con Pedro, sino que claramente está estableciendo que el amor es una condición para el servicio.


En los versículos del 41 al 43, nuevamente y por segunda vez Jesús le pregunta a Pedro… ¿me amas? Pedro le responde…Tú sabes que te amo… Inmediatamente, El Maestro le da instrucciones de derramar ese amor en servicio…PASTOREA MIS OVEJAS.


PEDRO ES PERDONADO POR AMOR –


La mujer con el frasco de alabastro

Lucas 7:41-43 Reina-Valera 1960

41 Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; 42 y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más? 43 Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado.


A Pedro se le había perdonado un pecado que humanamente podríamos pensar que era imperdonable…LA TRAICIÓN EN CONTRA DEL HIJO DE DIOS…EL MESÍAS PROMETIDO.


PERO… el Amor de Dios a través de Su Hijo, alcanza el corazón contrito, el alma desesperada por recibir el perdón y vemos que Jesús perdona a su amigo, su seguidor, al que está comisionando y encargando sus ovejas.


Los versículos del 25-27 del Evangelio de Juan relatan la tercera vez en la que Pedro niega a Jesús. Esta vez, el gallo canta como le había adelantado el Maestro y Pedro llora amargamente. La porción bíblica en Lucas 22:61, nos dice que por unos segundos después de su traición, Pedro ve a Jesús desde la distancia y se cruzan brevemente la mirada. ¡OH MY GOD! ¡Qué clase de choque tiene que haber sido! HE AQUÍ…El Mesías Prometido a punto de ser sacrificado y su seguidor avergonzado por su traición. Cualquiera pensaría que no había posibilidad de restauración.


PEDRO…¿Me amas?...


Esta vez Jesús utiliza la palabra que Pedro había usado. Jesús le conocía bien, supo desde antes del incidente que Pedro le iba a fallar.

Lucas 22:31-32 Reina-Valera 1960

Jesús anuncia la negación de Pedro

(Mt. 26.31-35; Mr. 14.27-31; Jn. 13.36-38)

31 Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; 32 pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.


Aún así le encomienda que complete la obra que se había iniciado con su muerte y posterior resurrección.

En medio de la imperfección El Señor espera que hagamos lo que tenemos que hacer. No importa cuantas veces nos caigamos, siempre habrá restauración a través de Su Sangre bendita.


Sin embargo, Jesús espera que aprendamos de nuestras caídas. Que recibamos la instrucción del Espíritu Santo y seamos flexibles ante Su trabajo en nuestras vidas. En los versículo 18 y 19 El Señor le avisa a Pedro que su tiempo de hacer lo que le venía en ganas con su vida había terminado. Jesús le iba a ceñir. Pedro había sido perdonado y restaurado para poder realizar su comisión de una forma efectiva.


SÍGUEME...

El mandato en griego se encuentra en tiempo presente. Esto indica que la acción debe ser continua. Ya no hay cabida para más negaciones/traiciones.


Pedro había sido restaurado y ahora tenía que renovar su comisión de alimentar, y cuidar el rebaño de Su Maestro.


Nosotros también podemos ser perdonados de nuestro constante deseo de manejar nuestra vida. Perdonados de creer que lo sabemos todo y que no necesitamos al Señor sino cuando estamos de S.O.S. Tenemos que abandonar la comodidad en la cual vivimos. Ser restaurados incluye dejarnos dirigir por Él. Dejarnos inspirar por Su Vida y Sacrificio; y asumir nuestra responsabilidad donde quiera que Él nos plante.





REFERENCIAS-









  1. Comentario Bíblico Beacon, Ralph Earle, et al, Casa Nazarena de Publicaciones, 1985


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