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  • Foto del escritor Liliana Méndez Ebra

"HEME AQUI..."


Basado en 1 Samuel 3:1-10

1 Samuel 3:1-10 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

3 El joven Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí; y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia. 2 Y aconteció un día, que estando Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver, 3 Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde estaba el arca de Dios; y antes que la lámpara de Dios fuese apagada, 4 Jehová llamó a Samuel; y él respondió: Heme aquí. 5 Y corriendo luego a Elí, dijo: Heme aquí; ¿para qué me llamaste? Y Elí le dijo: Yo no he llamado; vuelve y acuéstate. Y él se volvió y se acostó. 6 Y Jehová volvió a llamar otra vez a Samuel. Y levantándose Samuel, vino a Elí y dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Y él dijo: Hijo mío, yo no he llamado; vuelve y acuéstate. 7 Y Samuel no había conocido aún a Jehová, ni la palabra de Jehová le había sido revelada. 8 Jehová, pues, llamó la tercera vez a Samuel. Y él se levantó y vino a Elí, y dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Entonces entendió Elí que Jehová llamaba al joven. 9 Y dijo Elí a Samuel: Ve y acuéstate; y si te llamare, dirás: Habla, Jehová, porque tu siervo oye. Así se fue Samuel, y se acostó en su lugar. 10 Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: !!Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye.


ALGO DEL PROFETA...

  • Su nombre significa "nombre de Dios" o "un nombre divino"; ya que su madre lo recibió en respuesta a una oración de fe.

  • En los primeros dos capítulos del primer libro de Samuel se nos relatan los eventos de su nacimiento extraordinario. Una madre estéril y una oración sincera que fue recibida en El Trono de La Gracia.

  • Israel había sido gobernada por jueces por más de 200 años. Eíi y Samuel son los últimos de aquellos jueces. Por otro lado, Samuel fue el último juez de Israel y el primero del orden profético.

¿QUE MOVIÓ AL SEÑOR A ACERCARSE A SAMUEL?


Estos primeros versículos del capítulo tres nos presentan la intimidad que Dios quiere establecer con nosotros. Siempre estamos repitiendo que nosotros Sus hijos, somos únicos, somos como "la niña de Sus ojos" (1), "somos Su más especial tesoro" (2)...Y todo esto es verdad. Sin embargo, a veces cuando repetimos una verdad una y otra vez, muy pronto se convierte en algo automático, sin valor, sin significado. En esta porción bíblica vemos un cuadro parecido a lo que se vive en nuestro tiempo. Esto no nos sorprende puesto que la Palabra de Dios siempre está vigente y le ministra a la naturaleza caída de la humanidad. Un sacerdote con experiencia, pero equivocado en sus lealtades, un joven que vivía en la Casa de Dios y no le conocía; y un Dios dispuesto a hacer Justicia y Misericordia sin importar las circunstancias. Un Dios que nos alcanza en nuestra ignorancia, un Dios que nos llama por nombre. WOW!


El llamado de Dios NO dependió de su edad cronológica. Samuel tenía dos o tres años cuando su madre lo dejó en el Templo después de habérselo ofrecido al Señor. No sabemos exactamente qué edad tenía cuando ocurre este incidente, aunque algunos de los comentarios bíblicos lo sitúan entre los 10 y 12 años de edad.


Dios se le revela a Samuel independientemente de su pasado. La realidad es que no puede haber sido fácil para Samuel haber sido separado de su madre a tan corta edad. En ocasiones no permitimos que Dios restaure nuestra vida porque cargamos el lastre de nuestra vida pasada. Un pasado que puede haber estado plagado de infelicidad y de dolor. PERO, El Señor fue suficiente para atravesar cualquier dolor que hubiese en el corazón y la mente de Samuel. Así mismo, Él es SUFICIENTE para penetrar hasta el más recóndito lugar de nuestra vida y sanar nuestro dolor.


El llamado del Señor no dependió de la posición que ocupaba Samuel. De hecho, aunque Elí era el Sacerdote, no fue a través de él que Dios se le reveló a Samuel. A Dios poco le importa la posición que puedas o no ocupar. De hecho, Samuel servía a Elí, eso imaginamos se extendía a mantener limpios los mueble del templo, realizando también otras tareas de poca importancia. No te sientas indigno porque ocupes un pequeñísimo lugar dentro de la iglesia, a Dios no le impresionan los títulos. Cuando El Señor pensó en llegar a Su pueblo, escogió a Samuel, uno que ante el mundo no tenía valor, pero El Señor viendo su fidelidad, le encomendó grandes responsabilidades. "En lo poco has sido fiel" (3)


POR OTRO LADO...nos vienen grandes preocupaciones al leer esta primera parte del capítulo 3. La persona asignada, que supuestamente tenía la responsabilidad de ministrarle al pueblo; había tornado su vista hacia lo mundano y carnal. Elí, que no era un hombre malvado, había cambiado su fidelidad y lealtad al Dios Vivo por su cuasi-amor por sus hijos. Digo cuasi-amor porque aún la Biblia nos recuerda que "el padre que ama disciplina" (4). Los hijos de Elí había blasfemado en contra de Dios y habían corrompido el mismo templo que tenían que respetar porque representaba la permanencia de Dios en medio de Su pueblo. Elí, lejos de corregirlos como debía, fue débil dando mal testimonio a un pueblo que ya estaba lejos de la Presencia de Dios. A quien mucho se le da, mucho se le exige. Elí estaría apegado a la religiosidad, a las formas, pero su corazón hacía tiempo se había apartado de Dios. ¡Sí...aún en la Casa de Dios se puede estar lejos de Su Presencia! El Señor entonces anuncia lo inminente del juicio de la casa de Elí. En nuestro tiempo se ha predicado un evangelio falso que exalta un amor totalmente distorsionado donde Dios, independiente de Su Palabra, parece estar ajeno a todo lo que ha condenado. Tengo noticias para ti querido lector... Dios es Dios...Él es El Señor de mundo, de la creación y de aquellos que nos hemos sometido totalmente a Su obediencia. Su Justicia es Perfecta....de hecho....ÉL ES LA ESENCIA DE LA JUSTICIA. Así que el que crea que no existe la "justa paga por el pecado"(5) porque Dios es Amor; más vale que escudriñe las Escrituras como debe. Elí recibió el justo precio por su desobediencia, fue avisado y de hecho ni siquiera encontramos una evidencia de que hubiese buscado la Misericordia del Señor. No digo que no lo haya hecho, pero evidencia en La Palabra no encontramos. El pobre Elí recibió con resignación la noticia de su desgracia.


POR OTRO LADO...me parece increíble que viviendo en la Casa de Dios, siendo testigo de toda la religiosidad a su alrededor, y sirviendo a aquel que se suponía estaba encargado de enseñarle al pueblo a buscar a Dios, Samuel no le conociera. De hecho, no reconoció Su voz cuando Dios le llamó por su mismo nombre. ¡UFF!...evidencia de que Dios no tiene sobrinos ni nietos. Al Señor hay que conocerle estableciendo una relación personal con Él. Si tu conoces la Biblia de tapa a tapa, no significa que conozcas al Escritor e Inspirador de la misma. El que asistas a una iglesia, el que diezmes y cantes todos los coritos del mundo no te hace un hijo de Dios. Samuel No conocia a Dios, aunque Dios lo conociera a él.


POR OTRO LADO, el versículo 1 parece una crónica de nuestros días. "La Palabra de Jehová escaseaba en aquellos días, no había visión con frecuencia". Esta parece ser la conclusión de lo que hasta aquí hemos leído. Un sacerdote encargado de hacer todo lo necesario para que "el mundo crea", que estaba atado por sus propios intereses. Probablemente bien cómodo haciendo los rituales que adormecían al pueblo, pero se veían bonitos. Un joven que vivía en el templo, hacía lo que parecía correcto, pero no conocía a Dios. La conclusión de este panorama...Dios guarda silencio cuando no se conoce y predica Su Palabra.


Y todo seria gris...si no hubiese un versículo 10..."Y vino Jehová y se paró y llamó a Samuel como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! ENTONCES SAMUEL DIJO:HABLA PORQUE TU SIERVO OYE.


En Dios siempre hay la oportunidad de tornarse a Él y escuchar Su Voz. En tres ocasiones El Señor llamó a Samuel. Dios esperó hasta que Samuel entendiera y reconociera Su voz. Dios siempre está esperando que nos tornemos a Él. Pero, el tiempo apremia y una vez que abandonemos este mundo para enfrentarnos al Rey, ya no hay marcha atrás. Ninguna misa ni rezos va a hacer lo que tu voluntad mientras estuviste aquí en la tierra no logró.


¿Y SI NO ES POR LA EDAD CRONOLÓGICA, NI POR CONOCIMIENTO DE LA PALABRA, NI POR POSICIÓN, ¿a quién seleccionará el Señor para Su servicio? ¿ A quien usa DIos?


Dios usa al que está dispuesto a entregarle el control de su vida. En ocasiones sólo pedimos a Dios que nos ayude a llegar donde nosotros queremos; y que nos dirija en el camino que nosotros hemos trazado. El primer paso para ser utilizados por Dios es entonces...ENTREGARLE A ÉL TODO EL CONTROL DE NUESTRA VIDA.


Tenemos que tener la actitud correcta en términos de servicio. Cuando Samuel se dirigió a Dios le dijo..."habla porque tu siervo oye". Todos queremos ser los que hablemos todo el tiempo. Me hace sonreir acordarme de la dinámica que se daba en el culto de oración de una iglesia a la cual asistía. Pedían a alguna persona que orara y algunos tomaban esta ocasión de leer una porción bíblica y hasta predicar. Si no estamos en la disposición de escuchar nunca podremos ser verdaderamente utilizados. ¿Cómo saber el camino o lo que Dios quiere de nosotros si no escuchamos Sus instrucciones?. ¡ESCUCHAR es vital si queremos mantener una relación con Dios!


El tercer paso en esta fórmula para ser usados por El Señor es actuar sobre lo que Dios nos ha señalado. La actitud de servicio, combinada con el escuchar a DIos y recibir Sus instrucciones necesariamente tienen que culminar en una respuesta de obediencia y sometimiento a Su voluntad.


LA PREGUNTA OBLIGADA...


¿Estás dispuesto a que Él te use?; ¿Cuál será tu respuesta?

¡Ahora no, más tarde cuando resuelva algunas cosas!

¡Ahora no, más tarde cuando me desocupe pues tengo muchas responsabilidades!

¡Ahora no, tengo muchas heridas! ¡Ahora no, tengo otros planes!

¡Ahora no estoy muy joven o muy viejo!


El libro de Isaías nos da la única respuesta adecuada...

Isaías 6:8 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

8 Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.


REFERENCIAS

La Santa Biblia,Reina-Valera, RV1960

(1) Salmos 17:8

(2) Exodo 19:5

(3) Lucas 19:17

(4) Efesios 6:4

(5) Romanos 6:23

Comentario Biblico Beacon, 1990

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