Basado en Marcos 16:1-7 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
(Mt. 28.1-10; Lc. 24.1-12; Jn. 20.1-10)
16 Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle.
2 Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol.
3 Pero decían entre sí: ¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro?
4 Pero cuando miraron, vieron removida la piedra, que era muy grande.
5 Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron.
6 Mas él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron.
7 Pero id, decid a sus discípulos, y a Pedro, que él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo.
Este evento se menciona en los cuatro Evangelios, con algunas particularidades que a continuación señalo:
Marcos es el único que menciona la preocupación de las mujeres acerca de mover la piedra del sepulcro.
En Mateo, las mujeres sólo van a visitar el sepulcro, mientras que en Marcos y Lucas ellas van preparadas con unas especias para limpiar el cuerpo de Jesús.
Marcos menciona un ángel, mientras Lucas hace mención de dos.
Estas diferencias abonan al hecho de que los evangelios fueron escritos por diferentes testigos con años de diferencia. Lo maravilloso del relato es su mensaje transformador...¡CRISTO HA RESUCITADO!
Los Evangelios nos hablan de ese primer día de la semana después del sacrificio de Jesús. Las mujeres, los ángeles y Su mensaje en Mateo y Marcos...NO TEMAN, JESÚS HA RESUCITADO, VENGAN Y VEAN; finalmente díganle a sus discípulos...HA RESUCITADO DE LOS MUERTOS!!!
SÓLO MARCOS menciona algo más...En su relato, Marcos menciona que el mensaje del ángel fue: "Pero id a decir a sus discípulos y a PEDRO, que irá delante de vosotros a Galilea, allí le veréis como os dijo (16:7).
¿Acaso Pedro no era uno de sus discípulos? ¿Por qué tan específicamente debían decirle a Pedro que Jesús había resucitado?
MIREMOS LA TRAYECTORIA DE PEDRO:
Pedro, entonces Simón, y su hermano Andrés, fueron los primeros a quienes Jesús llamó (Mateo 4:18-20)
Jesús lo distingue cambiándole el nombre (Juan 1:42)
Fue arrojado y apasionado con relación a Jesús. Recordemos cuando caminó sobre el mar siguiendo al Maestro (Mateo 14:28)
Tuvo una visión de Cristo más completa cuando identifica a Jesús como "Cristo, el Hijo del Dios Viviente...(Mateo 16:13-17)
También fue invitado al Monte de la Transfiguración (Marcos 9:2-12)
Fue reprendido por tratar de persuadir a Jesús de ir a Jerusalén para ser sacrificado (Marcos 8:33)
NO SOLAMENTE ÉSTO, SINO QUE EL APASIONADO DE PEDRO LE JURÓ AL SEÑOR QUE NUNCA LO ABANDONARÍA Y LE ASEGURÓ QUE MORIRÍA CON JESÚS, DE SER NECESARIO.
No puede haber mayor tristeza que experimentar la amargura de la traición y la decepción.
Qué dolor el descubrir que nuestro amigo ha traicionado nuestra amistad divulgando algún secreto oculto en nuestro corazón. Y no puedo ni imaginarme lo que se siente cuando la persona a la que amamos y con quien hemos hecho pacto en el matrimonio nos traiciona con otra persona...Pues bien, así debió sentirse Jesús.
Pedro, el amigo que le juró que nunca lo abandonaría, no solamente lo negó, sino que lo maldijo y juró no conocerlo (Mateo 26:69-75). En aquella noche nefasta, inmediatamente que el gallo cantó, tal y como había predicho El Maestro, Pedro le había negado tres veces. La Biblia nos relata como Pedro lloró amargamente. Había traicionado al Cristo, al Salvador hijo de Dios, y más que nada...a su amigo.
Pedro reconoció su fracaso y lloró arrepentido. Qué triste cuando sabemos que le hemos fallado a alguien querido. ¿Cómo decirle cuánto lo sentimos? Cuánto anhelamos pedir perdón y así restablecer nuestra relación. Pedro no tuvo esa oportunidad. El Maestro había sido clavado en una cruz y no hubo un momento para pedir perdón. No hubo una ocasión para disculparse y asegurarle que, a pesar de su debilidad, él verdaderamente le amaba.
Las palabras del ángel...Díganle a Pedro...abrieron una nueva dimensión para la vida de este hombre. El Maestro le estaba perdonando y nuevamente contaba con él por cuanto la instrucción de encontrarse con Jesús en Galilea también era para él. EL AMOR DE DIOS NOS ALCANZA DONDEQUIERA QUE ESTEMOS. Pedro tenía que saber que por más terrible que fuera su ofensa, Jesús le había perdonado. Este perdón, que Jesús le extendió y Pedro aceptó, le permitió al apóstol alcanzar su potencial. Pedro fue exitoso en su ministerio, impactando poderosamente la iglesia primitiva. Murió predicando el Evangelio y exaltando la figura de Jesús. Su noche oscura, cuando traicionó al Mesías, en nada compara con su subsiguiente Ministerio.
Al igual que Pedro tú puedes haber experimentado la crisis de traicionarlo o traicionar a alguien muy querido. Si algo nos enseña la vida de este hombre es que no tienes que acostumbrarte a vivir en el fracaso.
QUIZÁS...
hayas negado al Señor en público por temor a las burlas de quienes te rodean.
has hecho alianzas con gente que tu sabes le están dando la espalda a Dios.
estés atado a alguna adicción que te hace cometer acciones que sabes desagradan a Dios y denigran tu vida, tu cuerpo, tu mente y tu alma.
hayas lastimado a alguien cercano a tí y creas que no mereces ser perdonado.
sencillamente te sientes indigno de acercarte al Señor como tantas veces he escuchado, hasta que no arregles algunas cosas antes de venir a Sus pies.
Cualquiera que sea tu fracaso, tu error o tu pecado, La Resurrección de Jesús nos trae la certeza de un perdón absoluto. No tienes que vivir a la sombra de tu fracaso. El Señor quiere que tu sepas que Él también te perdona si se lo pides. Jesús venció la muerte en la cruz del Calvario...Aleluya, ahora puedes vivir una vida victoriosa. No hay por qué estar afligidos por nuestro pasado. Hoy, como ayer resuena en nuestros oídos y corazones...Díganle a Pedro!!