Génesis 29:31-35 Reina-Valera 1960
31 Y vio Jehová que Lea era menospreciada, y le dio hijos; pero Raquel era estéril. 32 Y concibió Lea, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Rubén, porque dijo: Ha mirado Jehová mi aflicción; ahora, por tanto, me amará mi marido. 33 Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto oyó Jehová que yo era menospreciada, me ha dado también este. Y llamó su nombre Simeón. 34 Y concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Ahora esta vez se unirá mi marido conmigo, porque le he dado a luz tres hijos; por tanto, llamó su nombre Leví. 35 Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré a Jehová; por esto llamó su nombre Judá; y dejó de dar a luz.
LA HISTORIA, ANTES DE LA HISTORIA -
Desde los capítulos 25 al 29 de Génesis aprendemos el “merecumbele” de la familia de Isaac. El parto múltiple de su amada Rebeca y los posteriores problemas familiares que terminaron por cambiar el orden de la bendición y la primogenitura. (Capítulos 24-28)
Nos acordamos de todo el plan de Rebeca y la forma en que su querido Jacob tuvo que abandonar la casa familiar para refugiarse de la ira de su hermano Esaú.
PERO… el drama no termina ahí. Jacob, el engañador, fue eventualmente engañado por su tío Labán de Betuel, hermano de su madre. Desde que Jacob vio a Raquel, se enamoró de ella. La Biblia hace una descripción de las dos hijas de Labán.
Génesis 29:16-17 Reina-Valera 1960
16 Y Labán tenía dos hijas: el nombre de la mayor era Lea, y el nombre de la menor, Raquel. 17 Y los ojos de Lea eran delicados, pero Raquel era de lindo semblante y de hermoso parecer.
Entonces, Labán y Jacob acordaron que este último trabajaría siete años para casarse con Raquel. Pero la Escritura nos relata que al igual que Jacob había engañado a su padre Isaac y a su hermano Esaú; en la noche de bodas, cuando se había cumplido el término para unirse a su amada Raquel; Labán le dio a su hija primogénita Lea.
Y ES DE LEA DE QUIEN QUEREMOS HABLAR -
Lea me recuerda cuando yo era niña y se formaban dos grupos en la calle para jugar tira y tápate, o pelota o cualquier juego que requiriera dos equipos. Los capitanes de cada equipo seleccionaban su equipo. Qué espantoso cuando veíamos que iban seleccionando otros amiguitos primeros y nos llamaban al final, si acaso nos llamaban. A nadie le gusta ser el último, ni ser ignorados, ni subestimados. Quizás nunca fuiste seleccionada la más linda del salón de clases o el más inteligente en matemáticas. Y todavía lo recientes. Siempre resulta bien difícil sencillamente, ¡NO SER SELECCIONADOS!
Eso le ocurrió a Lea. Su padre no contó con ella para lo que hizo. La usó como se usa una ficha en el ajedrez Lea seguramente sabría que Jacob amaba a su hermana. Los habrá visto cuando se miraban con pasión y trataban de esconderse, quizás para darse un corto beso.
Todas las novias tenemos la ilusión de nuestra boda, nuestra primera noche con el amado. Pero, si Jacob se dio cuenta del engaño una vez había amanecido, entonces asumimos que Lea nunca abrió la boca para no descubrirse. Solo imagínate tu primera noche sabiendo que el novio te confunde con otra.
Y entonces sucedió que mientras la amada Raquel era estéril, Lea comenzó a darle hijos a Jacob. Pensó, ¿Quizás así logre que mi esposo me ame?
Mira las razones para esperar que Jacob se fijara en ella:
A. Ha mirado Jehová mi aflicción.
Fíjate que ella sabía que el Señor escuchaba sus oraciones; Así que su primer hijo lo llamó:
RUBÉN, que en hebreo significa (Ved un hijo o mira un hijo varón). ¿Podemos alabar a Dios por las bendiciones que Él nos da? Claro que sí. Cuando era más joven cantábamos un himno que decía:
Cuando combatido por la adversidad,
creas ya perdida tu felicidad,
mira lo que el cielo para ti guardó.
Cuenta las riquezas que el Señor te dio.
¡Bendiciones, cuántas tienes ya!
Bendiciones, Dios te manda más.
Bendiciones, te sorprenderás
cuando veas lo que Dios por ti hará.
(Autor: Johnson Oatman Jr.)
(Compositor: Edwin O. Excell)
ASÍ QUE Lea hizo muy bien en darle la Gloria al Señor por la maravilla de su embarazo y posterior nacimiento de su primogénito.
B. Después aprendemos que nuevamente queda embarazada, afirmado que El Señor había entendido el menosprecio de su esposo. A este segundo hijo le puso: Simeón (que en hebreo significa "Dios ha escuchado". Qué fácil se os hace alabar al Señor cuando tenemos la respuesta a nuestras oraciones. ¡Qué maravilloso reconocer, que Él ha escuchado nuestro clamor! Así que Lea hizo bien en alabar al Señor por haber contestado sus oraciones. Por haber mirado en su corazón el dolor del menosprecio.
C. El tercero lo fue Levi. El nombre Leví significa “aquel que une a los suyos” o “el que une con armonía”. Es un nombre de origen hebreo que proviene de la palabra “lewi”, que se traduce como “unión”. Su tribu fue encargada del culto y la adoración al Señor e Israel.
En cada ocasión Lea reconoció la intervención divina. SIN EMBARGO,
su verdadera motivación siempre fue ganar el corazón de su esposo.
Así mismo somos nosotros. Oramos muchas veces para que El Señor nos cumpla un deseo, una petición. En ocasiones, nos acercamos a Él como si fuera una máquina de refrescos. Pido y sale mi selección. Oramos para que nos proteja, para que nos sane. Oramos para que provea a nuestra necesidad. Νada de esto está mal. De hecho, es nuestro Dios quien provoca que le pidamos y que confiemos en Él:
Mateo 7:8 Reina-Valera 1960
8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
Juan 15:7 Reina-Valera 1960
7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
Ciertamete, Dios quiere que le pidamos. PERO, ΝO PODEMOS perder de perspectiva que nosotros lo amamos por QUIEΝ Él ES y no por lo que pueda darnos.
POCAS VECES DECIDIMOS ADORARLO PORQUE SÍ... Recordando que Él es nuestro Creador, Redentor sobre todo nuestro Señor. Escuchaba el testimonio de Nick Vujicic, este joven australiano que nació solamente con su torso, hablar de su dimimuto piecito que es el que le da el balance para poder ponerse en pie y caminar. De una forma tan simpática él hablaba de cómo ama a su “piececito”. Podría vivir amargado por lo que no tiene, pero él alaba al Señor por su piececito.
Nick no decidió nacer así, al igual que Lea no controlaba ni la autoridad de su padre, ni la falta de amor de su esposo. Hay tantas cosas que no controlamos.
PERO ESO NO ES MOTIVO PARA NO ADORAR AL SEÑOR -
La vida no es perfecta. Siempre habrá momentos difíciles. Jesús nos lo dijo bien claro
Juan 16:33 Reina-Valera 1960
33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Fíjate que esto ES una declaración. TENDREIS AFLICCIÓN. Pero así mismo prometió pasarnos la victoria de haber vencido al mundo. No siempre seremos los más populares. A veces pasarás y nadie sabrá que existes. No siempre recibirás justicia, a veces el que no merece la posición de trabajo es quien la recibe. Lea nunca fue amada por Jacob. Después de darle cuatro varones, le parió dos hijos más, Zabulón y una niña, Dina. Por lo que relata la escritura nunca perdió la esperanza de recibir un poco de amor de su esposo.
Sin embargo, el versículo 35 del capítulo 29, esta mujer nos da la mayor enseñanza: "ESTA VEZ ALABARÉ A JEHOVÁ".
¡NO ALABAMOS AL SEÑOR POR LO QUE NOS DA, SINO POR QUIEN ES!
HOY en medio nuestro hay muchos que han sido despreciados, abandonados, ignorados, pasados por alto. Así como fue Lea. Pero nosotros tenemos la mayor muestra de amor…
1 Juan 4:19 Reina-Valera 1960
19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.
No condicionó Su Amor a nuestra apariencia, inteligencia, utilidad o valor. SU AMOR ES OBSTINADO E INFINITO.
Las circunstancias de tu vida puede que no sean las ideales. Puede que no estés recibiendo todo el respeto y la admiración que mereces, pero al igual que LEA, QUEREMOS DEJAR EN CLARO…
QUE NOSOTROS ALABAREMOS AL SEÑOR, A PESAR DE CUALQUIER CIRCUNSTANCIA DE VIDA.
Mi esposo y yo no pudimos tener hijos biológicos. Los primeros 10 años oramos para que esto ocurriera. Νos sometimos a muchos procedimientos médicos para lograr nuestro anhelo de ser padres. PERO recuerdo estar esperando en la sala de espera del hospital El Maestro mientras operaban a mi precioso esposo. Mientras oraba vino esta palabra que me ha acompañado hasta el día de hoy; aún después de haber recibido a mis dos tesoros, Alejandro Rafael y Nicole Alexandra. Quiero dejártelos para que siempre recuerdes que con bendiciones o sin ellas...
¡ΝOSOTROS SIEMPRE ADORAREMOS A ΝUESTRO DIOS!
Habacuc 3:17:19
Aunque la higuera no florezca,
Ni en las vides haya frutos,
Aunque falte el producto del olivo,
Y los labrados no den mantenimiento,
Y las ovejas sean quitadas de la majada,
Y no haya vacas en los corrales;
18 Con todo, yo me alegraré en Jehová,
Y me gozaré en el Dios de mi salvación.
19 Jehová el Señor es mi fortaleza,
El cual hace mis pies como de ciervas,
Y en mis alturas me hace andar.
De verdad que he aprendido mucho a través de esta lectura y meditación, siempre me peguntaba porque Lea le estaba dando gracias a Dios por cada hijo que tenia y hablaba de ser amada por Jacob, muchas gracias Dios me la bendiga hermana Liliana🌹