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Foto del escritor Liliana Méndez Ebra

ENTREGA TOTAL


Basado en Lucas 7:36-50

 

ILUSTRACIÓN –


Una vez estaban discutiendo una gallina y un cerdo acerca de cómo organizar una campaña contra la pobreza y el hambre.  Consideraban cómo cada uno podía contribuir para aliviar estos grandes problemas que conllevan tanto sufrimiento a nivel mundial. Cada uno ofrecía ideas y sugerencias que luego eran rechazadas por el otro.  Finalmente, a la gallina se le ocurrió una idea que le pareció brillante.  Dijo: nosotros podemos proveer a los hambrientos de la tierra con huevos y jamón.  El cerdo consideró brevemente la propuesta y al fin dijo:  tú bien puedes hacerlo.  Para ti eso sería una contribución, pero para mí sería una consagración total.


AL FINAL DE ESTE ESTUDIO YO QUISIERA QUE TUVIERAS CLARO, QUÉ PARTE DE TÍ TODAVÍA NO LE HAS ENTREGADO AL SEÑOR.  ¿Es tu dedicación y compromiso con Él una mera contribución, como en el caso de la gallina; o una consagración total, como en el caso del cerdito?

 

LA BIBLIA HABLA DE UNA MUJER QUE LO ENTREGÓ TODO -


Lucas 7:36-50 Reina-Valera 1960

36 Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa. 37 Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; 38 y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. 39 Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora. 40 Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro. 41 Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; 42 y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más? 43 Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado. 44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas esta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. 45 No me diste beso; mas esta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. 46 No ungiste mi cabeza con aceite; mas esta ha ungido con perfume mis pies. 47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama. 48 Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados. 49 Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es este, que también perdona pecados? 50 Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.

 

ENCONTRAMOS ESTE RELATO EN TODOS LOS EVANGELIOS -


Mateo 26:6-13, Marcos 14:3-9 y Juan 12:3-8.  Todos hacen referencia a ungir la cabeza de Jesús con costoso perfume y en todos los relatos vemos la reacción de Jesús aprobando esa entrega que hace esta mujer a los pies del Maestro.

 

 LA MUJER -


Sólo en el evangelio de Juan se menciona que la mujer que lo unge con una libra de perfume de nardo puro, de mucho valor, es María, la hermana de Lázaro y Marta.  En los otros evangelios sólo se le conoce como “una mujer”.  En el evangelio de Lucas, se le menciona como una “mujer de la ciudad, que era pecadora y que trajo el perfume de alabastro. Mateo y Marcos ubican este evento antes de la última cena, mientras que Juan lo ubica una semana antes, o sea anterior a la entrada triunfal.  En el relato de Lucas, el evento se realiza en casa de un fariseo. En el evangelio de Juan se lleva a cabo en Betania, en casa de los amigos de Jesús, Lázaro, quien había sido resucitado, Marta y María. Por otro lado, Mateo y Marcos ubican el evento en Betania en casa de Simón el leproso.  Me parece que podemos concluir que hay por lo menos dos eventos similares, pero únicos en sí mismos.


Para propósitos de este estudio, hemos seleccionado el evento descrito en el evangelio de Lucas, que impresiona ser el más completo.

 

DATOS CURIOSOS –


El nardo puro era un ungüento aromático importado desde las montañas de la India.  Por lo tanto, era muy costoso. El valor de la cantidad que usó específicamente María, en el evangelio de Juan, equivaldría al salario anual de un obrero.

 

¿QUÉ ENTREGÓ ESTA MUJER? -


De acuerdo con el Comentario Bíblico Beacon, esta mujer, a la cual señalan como pecadora, era una prostituta.  La palabra pecadora cargaba un estigma más negativo de lo que hoy conocemos.  Los fariseos usaban el término para señalar a personas que eran moral y espiritualmente despreciables.  Ella se encontraba inicialmente de pie en las afueras de la casa del fariseo que había invitado a Jesús junto con cualquiera que no hubiese sido invitado a la reunión.  PERO esta mujer se sobrepuso al desprecio y la vergüenza, rompiendo con todas las normas de “etiqueta y culturales” para adorar al Maestro. 


Algunos comentaristas han llegado a la conclusión de que esta mujer ya había tenido un encuentro previo con Jesús; y lo que estamos leyendo es la afirmación del Mesías de que su pasado y sus pecados ya habían sido perdonados. 


En cuanto esta mujer se acercó a los pies de Jesús, quien estaba sentado en el piso sobre cojines, comenzó a llorar.  Llorar arrepentida, por el recuerdo de su vida pasada al encuentro con LA SANTIDAD, hecha hombre.  Es posible que ese perfume costoso fuera parte del pasado que ella había dejado atrás.  Quizás era el último vínculo con una vida llena de lujos adquiridos por sus pecados.  Y he aquí, esta mujer, viene a los pies del Maestro a entregarlo todo.  La mujer pudo haber vendido ese perfume costoso y vivido bien por algún tiempo.  PERO, decidió utilizarlo para ungir a su Maestro.  De hecho, Lucas revela que la mujer no tenía ninguna toalla o tela para secar los pies del maestro y ella lo hizo con sus propios cabellos.


Ante las críticas de los demás, Jesús actúa como el abogado de la mujer.  Recuerda a todos los que se han dado golpes de pecho y han despreciado a esta mujer, que ella ha demostrado respeto, humildad, amor y desprendimiento.  Todo lo que ninguno de ellos ha hecho.

 

El hecho de que en la parábola que narra Jesús, el perdón por la deuda de los dos personajes mencionados fuera condonada, nos hace pensar que efectivamente ya los pecados de la mujer habían sido perdonados.  Lo cual convierte esta porción en un cántico de adoración y agradecimiento por lo que El Señor había hecho en su vida.  Ésta se parece al leproso que regresó a Jesús a expresar su adoración y agradecimiento por su sanidad, mientras que los restantes nueve, jamás lo hicieron.  

 

PUES BIEN, al entregarlo todo a Su Señor, Éste le asegura que “sus pecados habían sido perdonados”.   

 

No perdamos de perspectiva que Jesús no la alaba y asegura su perdón por haber gastado el costoso perfume sobre Él.  El Señor siempre se impresiona cuando descansamos en ÉL confiando en que nos sostendrá y guiará de aquí a la eternidad.  Recordamos que por GRACIA somos salvos y no por las acciones que podamos hacer.  Nada puede comprar nuestra salvación.  Lo que hacemos después de ser salvos por la sangre de Cristo, lo hacemos por gratitud y por adoración. 

 

QUERIDO LECTOR: ¿qué te falta por entregar?

 

  • Tu pasado, cuyo peso no te permite recibir todo lo que El Señor tiene para ti.

    

  • Tus ataduras.  Todas esas relaciones tóxicas que sabes que son impedimento para que puedas acercarte más a Jesús


  • Tu orgullo.  Crees que eres una persona buena que no le hace nada a nadie.  Entonces ¿qué tengo que entregar?


  • Tu futuro.  El cual te deja sin aliento y con mucha angustia todas las noches pues no sabes lo que el mañana tiene para ti


  • Quizás te falta por entregar tu familia, trabajo, tus anhelos o ilusiones.

 

QUIZÁS, QUIZÁS, QUIZÁS (COMO DICE LA CANCIÓN).  Sólo tú sabes lo que tienes que entregar para descansar totalmente en los brazos del Señor.  Para vivir en la Paz que Él le ofreció a la mujer que le había adorado.

 

No sabemos qué pasó con la mujer de la historia.  Lo que sí sabemos es que su amor, su coraje de enfrentar a los que la despreciaban, su anhelo de mostrarle a Jesús su agradecimiento por haberla sacado de “su prisión”; resultaron en la potente voz del Maestro decirle…” Tu fe te ha salvado, ve en paz.  Es decir que toda su angustia, vergüenza y culpabilidad desaparecieron.  El Maestro recibió su adoración y la envió a vivir el resto de su vida en paz.

 

 

 REFERENCIAS –

 

1.    Biblia del Diario Vivir, Editorial Caribe, 1997.

2.   Scofield Biblia de Estudio, Holman Bible Publishers, 2001.

3.   Comentario Bíblico Beacon, Casa Nazarena de Publicaciones, 1985.

4.   502 Ilustraciones Selectas (página 15), José Luis Martínez, Casa Bautista de Publicaciones, 1996.

 

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