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  • Foto del escritor Liliana Méndez Ebra

EL REQUISITO PARA LA VIDA ETERNA



Basado en Juan 3:1-18 (Reina-Valera 1960)

3 Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. 2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. 3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu,[a] espíritu es. 7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. 8 El viento[b] sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu. 9 Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto? 10 Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto? 11 De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio. 12 Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales? 13 Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo. 14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, 15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.


¿QUIÉN ERA NICODEMO? -


Nicodemo es mencionado solamente en tres ocasiones en la biblia. Todas en el Evangelio de Juan. En adición a la lectura que estamos estudiando, encontramos a Nicodemo en:


Juan 7:50-52 Reina-Valera 1960

50 Les dijo Nicodemo, el que vino a él de noche, el cual era uno de ellos: 51 ¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye, y sabe lo que ha hecho? 52 Respondieron y le dijeron: ¿Eres tú también galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado profeta.


Juan 19:38-40 Reina-Valera 1960

38 Después de todo esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secretamente por miedo de los judíos, rogó a Pilato que le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús; y Pilato se lo concedió. Entonces vino, y se llevó el cuerpo de Jesús. 39 También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, vino trayendo un compuesto de mirra y de áloes, como cien libras. 40 Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos.


Sabemos que Nicodemo era fariseo porque el mismo relato lo indica. Aunque el término fariseo se ha tornado negativo, la realidad es que estos hombres eran respetados por su piedad y dedicación al estudio de la Ley (Tora). Trataban de obedecer la Ley de Dios, oraban dos horas diarias y hacían frecuentes ayunos. Diezmaban de todo lo que tenían y en general eran muy cuidadosos con respecto a la moral. No eran un grupo muy grande porque no todos los hombres tenían el interés de ajustarse a unas demandas de vida tan exigentes. POR SUPUESTO, ellos cometieron grandes errores porque, al igual que muchos en nuestro tiempo, externalizaron su religión creyendo que por sus méritos podían alcanzar la vida eterna. Se volvieron “sepulcros blanqueados” (Mateo 23:27-28, Lucas 11:37- 45) como Jesús lo llamó. Más interesados en aparentar su piedad que experimentarla verdaderamente. Aún así, creo que tienen el mérito de haber buscado a Dios, aunque en el proceso desviaran su vista.


El asunto es que Nicodemo era un estudioso de la ley que pertenecía a un grupo selecto. Adicionalmente, Nicodemo era principal entre los judíos. Es decir, que pertenecía al Sanedrín, un cuerpo que se dedicaba a adjudicar disputas, e intervenían en situaciones legales menores donde los romanos no tenían injerencia o interés. Era una posición de prestigio y sería el equivalente de un juez, un senador o un obispo de nuestro tiempo.


LA LÓGICA DEL “BUEN HOMBRE” ES INÚTIL PARA LA ETERNIDAD -


Hemos distinguido a Nicodemo como un BUEN HOMBRE, apegado a su religión, respetado por todos y con reconocida autoridad entre los suyos. Válgame, este hombre parece tener un “record” de servicio mejor que algunos de nosotros. ¿Qué le faltaba entonces? ¿Por qué arriesgar su reputación buscando a Jesús?


La biblia dice que este hombre visitó a Jesús de noche. Obviamente era consciente de la situación de que fuera reconocido reuniéndose con el “archienemigo” de los fariseos. Recordemos que éstos no perdían ninguna ocasión de antagonizar con Jesús en la esperanza de que éste, fuera desacreditado y la gente dejara de seguirlo. Ese temor, no fue suficiente para desalentar a Nicodemo. Me parece que Nicodemo, aún dentro de su creencia de que estaba haciendo lo necesario para alcanzar la vida eterna, se dio cuenta de que algo faltaba. Dentro de su corazón había una necesidad que los ritos externos no podían satisfacer.


ASÍ QUE EL PRIMER REQUISITO PARA ALCANZAR LA VIDA ETERNA ES ADMITIR NUESTRA NECESIDAD DE DIOS. La gente que se cree “buena” no necesita ser salvada. Durante mis años como Oficial de Probatoria Federal, siempre me encontraba con personas que no creían merecer enfrentarse al sistema de justicia. Creían que había otros que eran “más malos” o que habían violado la ley mucho más que ellos. Siempre hay aquellos que no reciben justicia en la tierra. Los “malos” no reciben todo lo que merecen y “los menos malos” son destruidos en el proceso. Que bueno saber que todos vamos a ir al Trono de la Gracia cargando sólo nuestro resumé. Algunos se enfrentarán con sus obras, lo que hicieron, lo que creyeron que los justificaría. Esos “buenos”, como felizmente pudiera haberse enfrentado Nicodemo, los asistirán lo que hicieron. Pero, los que vinimos a los pies del Maestro, pidiendo que nos representara, que perdonara nuestros pecados, los que sabemos que no existe nada que hayamos podido hacer que nos acerque a la vida eterna, estaremos representados por JESÚS, nuestro abogado. Dios nos mirará a través de LOS MÉRITOS Y EL SACRIFICIO DE SU HIJO, Y entonces seremos admitidos a vivir eternamente con ÉL.


CONTINUAMOS CON NICODEMO DESPUÉS DE ESTA DIGRESIÓN…


Nicodemo estaba claro acerca de lo que quería de Jesús. PERO en su preámbulo…SABEMOS QUE VIENES DEPARTE DE DIOS… ¡Jesús lo madrugó! ¡Me encanta! El Maestro no parece escuchar nuestras palabras. Palabras sin sentido, que le dan vueltas a nuestra verdadera intención, que no parecen estar coordinadas con nuestra necesidad. Jesús le suelta la respuesta de la pregunta que no se dijo, pero que estaba en su corazón. Si quieres alcanzar la vida eterna tienes que NACER DE NUEVO. ¿WHAT? ¿Se imaginan la cara de Nicodemo? Imagino que él quería que Jesús le diera una formulita. Las formulitas son bien chéveres. Por lo regular haces algo, creas o no en su efectividad, y ¡ZAZ! PERO EN CRISTO JESÚS no existen las fórmulas. O crees y aceptas o nada. No hay que entender. ¿Quién habló de entender a Dios? El mismo Jesús le dice a Nicodemo, igual que no entiendes cómo es que funciona el viento, pero lo disfrutas y sabes que es real, así mismo es la transformación de nacer de nuevo. Y Jesús es bien claro… EL QUE NO NACIERE DEL AGUA Y DEL ESPÍRITU NO PUEDE ENTRAR EN EL REINO DE DIOS. Quizás no entiendas la dinámica de la transformación, pero lo único que demanda El Maestro es creer, aceptar y obedecer.


Hemos hablado anteriormente de que hay porciones en la Escritura que son buenas recomendaciones. Pero existen aquellas que son PRESCRIPTIVAS, son ordenanzas, son necesarias, no hay nada más que buscar. Esta respuesta a Nicodemo es una ORDEN, UNA PRESCRIPCIÓN, ES IMPERATIVA. Si no naces de nuevo despreocúpate de todas tus formulitas…del respeto que tienes por la vida de llevas, de ser admirado por los demás. LO EXTERIOR ES COMO SEPULCRO BLANQUEADO, y ya sabemos lo que opina Jesús acerca de ellos.


El reino de los cielos tiene sus leyes de naturalización como cualquier otro país que acepta sus nuevos ciudadanos. Jesús no le está hablando a Nicodemo de religiosidad. Si fuera así, si fuera suficiente con ser “religioso” Nicodemo hubiese tenido lo necesario para entrar al Paraíso. El Maestro está hablando acerca de conocer a Dios personalmente y permitirle a Su Espíritu hacer la transformación necesaria. La cirugía interior que sólo Su Gracia y a través de Jesús y de la intervención del Espíritu Santo es posible.

En resumen, para entrar en el reino de Dios, hace falta una transformación interior. La biblia nos menciona cielos y tierra nueva. Así que se nos darán cuerpos nuevos que resistan la eternidad. Ningún problema ahí. PERO de lo que habla el Maestro es una transformación interior. Ese cambio que hizo decir a Pablo, “ya no vivo yo, sino vive Cristo en mi” (Gálatas 2:20).


Y CREEMOS QUE JESÚS TIENE LA AUTORIDAD Y EL PODER PARA TRANSFORMARNOS –


El versículo 13 nos dice que Jesús subió al cielo, porque había bajado antes de él. Ciertamente, Juan hace referencia a la encarnación del Mesías. El próximo versículo nos recuerda Números 21:4-9 cuando Dios utilizó un método para traer sanidad al pueblo de Israel en el desierto. El pueblo comenzó a perecer por la mordida de unas serpientes ardientes. Dios ordenó erigir una figura de serpiente para que cualquiera que fuera mordido tornara su vista a la figura y fuera salvo. CRISTO TAMBIÉN FUE LEVANTADO. CON SU MUERTE Y RESURRECIÓN SE GANÓ EL DERECHO DE SER EL ÚNICO VEHÍCULO PARA ALCANZAR LA SALVACIÓN.


EL REQUISITO PARA LA SALVACIÓN -


Quizás Nicodemo estaba buscando una fórmula para asegurar la vida eterna más práctica, pero Jesús le dio la única fórmula probaba:


Juan 3:16-18 - Nueva Traducción Viviente

16 »Pues Dios amó tanto al mundo que dio[a] a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. 17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. 18 »No hay condenación para todo el que cree en él, pero todo el que no cree en él ya ha sido condenado por no haber creído en el único Hijo de Dios.


Y TODO POR AMOR –


Juan 1:12-13 - Nueva Traducción Viviente

12 pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. 13 Ellos nacen de nuevo, no mediante un nacimiento físico como resultado de la pasión o de la iniciativa humana, sino por medio de un nacimiento que proviene de Dios.


Esta “fórmula” es verdaderamente inclusiva. No es por estirpe, por condición, no es por raza, ni género…y ciertamente, no es por lo que nosotros podamos darle a Él. La puerta de la vida eterna está abierta para todos los que creyeron y lo recibieron.


¿PERO QUÉ CAMBIOS OCURREN MIENTRAS ESPERAMOS EL AVIÓN QUE NOS LLEVE A LA ETERNIDAD?


  • Cambia nuestra visión y nuestras prioridades. Ya no es lo que yo quiero, sino busco lo que El Señor quiere para mí.

  • Le doy un valor distinto a lo que me rodea. Lo que antes era importante ahora me parece vacío y sin valor. Comienzo a verme a mí misma y a las cosas que me rodean con relación a la eternidad.

  • Me doy cuenta de que no tengo que buscar todas las respuestas a mis preguntas, dejo de tratar de resolver todas las crisis de mi vida y de la vida de quienes me rodean. En su lugar dependo del Señor para la resolución de esas situaciones.

  • No me preocupa el mañana porque comprendo que el mañana le pertenece al Señor. Él proveerá, Él tiene el control.

  • Comienzo a entender que todo lo que me pasa, si lo pongo en manos de Dios, tiene una razón de ser. Que todo cuadra en el plan perfecto que El Señor tiene para mi vida.

  • Quiero servirle en todo tiempo. Ya no me preocupa agradar a los demás, sino que quiero agradarle sólo a Él.

  • Me doy cuenta de que LO NECESITO y LO DESEO todo el tiempo. Ya no lo busco en modalidad S.O.S., solamente cuando estoy en crisis. Ahora Él está junto a mí todo el tiempo, así cuando viene la crisis Él me sostiene, me dirige y me cuida.


EL CONCEPTO DE LA ETERNIDAD CAMBIÓ PARA NICODEMO -


Sabemos que aquella noche en la cual Nicodemo se acercó al Maestro, transformó su vida. Juan vuelve a mencionarlo en dos ocasiones, una tratando de lograr que Jesús fuera escuchado y finalmente, después de la muerte del Cristo, preparando el cuerpo del Salvador antes de ser llevado a la tumba nueva provista por José de Arimatea. ¡Algún día lo veremos en el cielo!


SI TÚ NO ESTÁS SEGURO DE TU SALVACIÓN te recuerdo que no es por méritos, no es por nada que tú y yo podamos hacer. No nos engañemos…


SÓLO A TRAVÉS DE LA SANGRE DE CRISTO Y LA TRANSFORMACIÓN HECHA POR EL ESPÍRITU SANTO NOS PERMITE HACER PLANES PARA LA ETERNIDAD. EN RESUMEN…LA SALVACIÓN VIENE DE ARRIBA, COMO DE ARRIBA VINO NUESTRO SALVADOR.




REFERENCIA

1. Comentario Bíblico Beacon, Casa Nazarena de Publicaciones, 1985.



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