Basado en Juan 9
Juan 9:1-7 (RVR1960)
9 Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. 2 Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? 3 Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. 4 Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. 5 Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo. 6 Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, 7 y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo.
EL ENCUENTRO –
En nuestra muy afanada vida, a veces dudamos de que Jesús tan siquiera se fije en nosotros. Este primer versículo nos demuestra que El Señor siempre nos tiene presente, no importa nuestra condición. Este hombre era ciego…así mismo algunos de nosotros ciertamente nos encontramos ciegos espiritualmente. Me encanta ver que para Jesús nosotros nunca pasamos desapercibidos.
Seguidamente, vemos a sus discípulos definir su relación con el Señor por la forma en que se dirigen a Él, “RABI”...
Resulta que “Rabi” en Arameo significa AMO O MAESTRO –
ENTONCES…me parece que la primera condición para tener una relación con El Salvador, es que Él sea para nosotros más que un maestro…nuestro ¡Amo y Señor!
Intrigados por la condición del ciego, los discípulos le preguntan al Señor la razón de su ceguera. Su pregunta refleja la creencia de que los pecados de los padres afectaban a los hijos.
¿QUIÉN PECÓ? -
Aunque ahora para nosotros esta creencia parece absurda, la misma estaba basada en varios versículos expuestos a continuación:
Éxodo 20:4-5 (RVR1960)
4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
Éxodo 34:7 (RVR1960)
7 que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.
También en Números 14:18 y Deuteronomio 5:9 repiten el mismo mensaje.
El Comentario Bíblico Beacon explica que estos versículos hacen referencia a las consecuencias de los pecados de los padres sobre sus descendientes. Enfermedades y perjuicios que reciben los hijos por la desobediencia de sus padres. El castigo o las consecuencias serán hasta la cuarta generación.
SIN EMBARGO, existen más versículos en La Palabra que nos hablan de que SU MISERICORDIA Y AMOR PERMANECEN POR MIL GENERACIONES. De hecho, la palabra misericordia se menciona en la Reina Valera del 1960 395 veces.
En el tiempo de Jesús, había la creencia de que el hombre podría haber pecado cuando aún estaba en el vientre de su madre o en una existencia previa. Ambas especulaciones se encuentran en la literatura judía.
La verdad es que, aunque en muchas ocasiones lo que nos pasa está directamente relacionado a nuestras acciones, este no es el caso. Vivimos en una sociedad enferma por el pecado así que a veces el inocente sufre por las acciones y pecados de otros. No solamente esto sino que, en ocasiones la gente que ama a Dios también es tocada por la desgracia sin tener nada que ver con sus acciones.
EN ESTOS CASOS DESCANSAMOS EN LAS PROMESAS DE DIOS QUE NOS RECUERDA:
Juan 16:33 (RVR1960)
33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
En el vs. 3 el mismo Jesús nos dice la razón por la cual este hombre era ciego. El Señor les dice a sus discípulos que, en este caso esta ceguera iba a permitir que Dios fuera glorificado. También Jesús les revela que precisamente para hacer obras es que Él ha venido y ya les anticipa que este tiempo de hacerlas es limitado pues la oscuridad se acerca.
Juan 9:5 Reina-Valera 1960
5 Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo.
"ESTAS COSAS PASAN PARA QUE LAS OBRAS DE DIOS SE MANIFIESTEN" -
PARA QUE TODOS vean el poder de Dios…
PARA QUE LA MISERICORDIA DE DIOS sea manifestada y exhibida. Su Gloria se muestra en Su Compasión. Esta verdad nos conforta en medio de la enfermedad, el dolor y la pérdida.
ALGO QUE TENEMOS QUE DESTACAR ES… que Jesús nos insta a servirle y tomar acción sobre lo que somos enviados a hacer mientras haya tiempo…mientras podamos.
¿QUÉ MÉTODO ESCOGIÓ JESÚS PARA SANAR AL CIEGO?
Este es uno de dos milagros en los cuales Jesús usó Su saliva. El otro se encuentra en:
Marcos 7:33-34 Nueva Traducción Viviente
33 Jesús lo llevó aparte de la multitud para poder estar a solas con él. Metió sus dedos en los oídos del hombre. Después escupió sobre sus propios dedos y tocó la lengua del hombre. 34 Mirando al cielo, suspiró y dijo: «Efatá», que significa «¡Ábranse!».
En aquel tiempo la saliva de una persona distinguida se creía que tenía propiedades curativas. El uso de la saliva era muy corriente en la antigüedad.
Jesús, al igual que usaba estampas cotidianas y conocidas para traer temas profundos, también usó un método conocido para hablarles a los testigos.
El versículo 7 menciona la instrucción de Jesús al hombre después de haberle sanado. “Ve y lávate en el Estanque de Siloé.”
He conocido a muchas personas que insisten en decirle al Señor cómo quieren ser sanados. “Deja de tomarte las pastillas para tu depresión y ten fe de que Dios te ha sanado.” ¿En serio? ¿Quiénes somos para decirle al Señor cómo tiene que lidiar con cada uno de nosotros? Primeramente, la sanidad viene departe de Dios con la particularidad de que tiene que estar dentro de Su Voluntad. A Pablo jamás lo sanó.
Segundo…no debemos ser tan temerarios de inmiscuirnos con las instrucciones que sólo el Señor puede dar de acuerdo con Su plan perfecto. A este hombre le sanó con su propia saliva y después lo envió a lavarse en un estanque. Pero…si la obra ya estaba hecha, ¿por qué enviarlo a lavarse en un estanque? Por cierto, este estanque se servía de la Fuente de la Virgen o de Gijón situada en el valle de Cedrón. Era notorio en Jerusalén porque era el lugar público donde se recogía agua. Seguramente, no sería tan pulcro pues se sabe que esta obra de ingeniería del mundo antiguo tenía una escalera de 33 peldaños esculpidos en la roca por donde la gente bajaba para sacar agua.
LA PRÓXIMA VEZ QUE ALGUIEN TE DIGA LO QUE TIENES QUE HACER PARA SER SANADO POR EL SEÑOR, RECUERDA QUE ÉL ES QUIEN ÚNICO SABE LA FORMULA PERFECTA PARA LOGRAR LO QUE SE HA PROPUESTO EN TU VIDA.
NO DEBEMOS SER ESCLAVOS DE LA LEY, SINO DE CRISTO -
Juan 9:13-16 Nueva Traducción Viviente
13 Entonces llevaron ante los fariseos al hombre que había sido ciego, 14 porque era día de descanso cuando Jesús hizo el lodo y lo sanó. 15 Los fariseos interrogaron al hombre sobre todo lo que había sucedido y les respondió: «Él puso el lodo sobre mis ojos y, cuando me lavé, ¡pude ver!». 16 Algunos de los fariseos decían: «Ese tal Jesús no viene de Dios porque trabaja en el día de descanso». Otros decían: «¿Pero cómo puede un simple pecador hacer semejantes señales milagrosas?». Así que había una profunda diferencia de opiniones entre ellos.
ALGUNOS ASPECTOS IMPORTANTES -
Era sábado cuando Jesús sanó al ciego:
Tomó el barro y lo mezcló con Su saliva. Esto se consideraba trabajo.
Sanó al ciego cuando sólo se permitía prestar atención médica si la vida del paciente corría peligro. Esto también era trabajo.
Para el hombre sanado, Jesús era un profeta (vs.17). Probablemente basaba su impresión en el hecho de que los profetas del Viejo Testamento probaban su autenticidad mediante milagros.
Sus padres no quisieron comprometerse porque temían ser expulsados del templo, PERO…el sanado fue valiente al mantenerse en su postura. Sabía que podía ser expulsado de la adoración del templo y de la vida en sociedad, pero continuó proclamando lo que Dios había hecho en su vida:
Juan 9:24-34 Reina-Valera 1960
24 Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que ese hombre es pecador. 25 Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo. 26 Le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos? 27 El les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis querido oír; ¿por qué lo queréis oír otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos? 28 Y le injuriaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros, discípulos de Moisés somos. 29 Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés; pero respecto a ése, no sabemos de dónde sea. 30 Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no sepáis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos. 31 Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye. 32 Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació ciego. 33 Si éste no viniera de Dios, nada podría hacer. 34 Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le expulsaron.
JESÚS ATIENDE LA CEGUERA ESPIRITUAL –
Los versículos 35 al 41 nos relatan la respuesta del Señor al hecho de que, por serle fiel y decir la verdad, el ciego había sido expulsado del templo. De una forma especial, El Señor, Aquel que le había sanado de su ceguera física, se presentó como El Mesías, El Salvador, Quien también podía sanarle de su ceguera espiritual.
Esta vez vemos al hombre aceptar a Jesús como el Hijo de Dios, Su Mesías, Su Redentor. Y entonces hizo, lo que se hace cuando uno está ante El Señor y Salvador…con su boca lo proclamó. ¡CREO SEÑOR…! ¡Y LO ADORÓ!.
CONCLUSIÓN -
El que había estado ciego físicamente, tuvo un razonamiento y una sabiduría más profunda que los fariseos. Es decir, que el tener conocimiento de La Palabra, no necesariamente indica que La Palabra haya transformado nuestra vida. Todavía El Señor respeta nuestra decisión, aunque esta nos dirija directamente fuera de Su Presencia.
Los fariseos, quienes conocían la ley, no creyeron. En vez de ver lo que Jesús había hecho en la vida del hombre, prefirieron mantenerse en la oscuridad pues les permitía mantener su poder.
JESÚS BUSCÓ AL HOMBRE – aunque los fariseos echaron al hombre del templo, El Maestro fue en su búsqueda y completó la obra en su vida. Esta vez, sanaría al ciego de su ceguera espiritual y le permitiría conocerle como su Dios.
JESÚS SE LE REVELA AL HOMBRE – cuando somos fieles al Señor, esa lealtad nos permite recibir una revelación más plena del Hijo.
EL PROCESO DEL CIEGO HACIA SU SALVADOR –
Vs. 11 – “Aquel hombre que se llama Jesús.”
Vs. 17 – Él es un Profeta, (un hombre especial).
Vs. 27 – Es un Maestro, uno que tiene discípulos.
Vs. 31 – Es Uno a quien Dios escucha, que lo adora y hace Su Voluntad.
Vs. 32 – Es Uno que viene departe de Dios.
Vs. 35 – Es El Hijo de Dios
Vs. 36 – Es El Señor
Vs. 38 – Es Uno que Salva, es Uno que me ha Salvado.
Vs. 38 – Es Uno a Quien se adora.
Este es el mismo proceso para cada uno de nosotros. Un encuentro con Jesús significa que nunca seremos iguales. De conocerlo como un buen hombre, un profeta, a CONOCERLO como Dios, Salvador, Señor y Dueño, requiere, como el ciego, estar dispuestos a que nos quite las escamas de nuestros ojos. SÓLO ENTONCES...¡ya no seremos ciegos!
REFERENCIAS –
1- Comentario Bíblico Beacon, Casa Nazarena de Publicaciones, 1985