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Foto del escritor Liliana Méndez Ebra

DIRIGIOS HACIA EL NORTE...


Basado en Deuteronomio 2:1-3


Deuteronomio 2:1-3 Reina-Valera 1960

2 Luego volvimos y salimos al desierto, camino del Mar Rojo, como Jehová me había dicho; y rodeamos el monte de Seir por mucho tiempo. 2 Y Jehová me habló, diciendo: 3 Bastante habéis rodeado este monte; volveos al norte.


Los israelitas pasaron 40 años en un viaje que debió haber durado 11 días. No fue la distancia lo que se interpuso entre ellos y la tierra prometida, sino la condición de sus corazones. El propósito de Dios era más que sólo transportar un grupo de personas a una nueva tierra. Él les estaba preparando para que vivieran en obediencia. Si ellos no aprendían esta lección, entonces una vez llegaran probablemente serían iguales a los pueblos que habitaban en aquella región.


Así que, a través del viaje, Dios se manifestó a esta gente, que comenzaron como una multitud de gente diferente y terminarían siendo el pueblo escogido del Todopoderoso. Dios les reveló Su Amor, Su Poder y sin duda, Su Paciencia. Ellos a su vez, aprendieron quiénes eran…un pueblo de dura cerviz, que constantemente se apartaba de Dios y necesitaba constante dirección.


Éxodo 32:9 Reina-Valera 1960

9 Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz.


Dios entonces les dio la Ley para ayudarlos en su camino. A través de ella, El Señor les enseñó a relacionarse con Él y entre ellos mismos.


MIENTRAS LEES ESTE ESTUDIOes posible que sientas estar listo para recibir los anhelos de tu corazón, pero parecería que estás todavía en medio del desierto. No desmayes…es posible que Él te esté capacitando, no solamente para que vivas, sino para que lo hagas en obediencia. De esta forma “los que están a tu alrededor” no podrán impedir que obtengas lo que Dios te ha prometido… tu tierra prometida.


El libro de Deuteronomio trata del final de la jornada de 40 años que los israelitas pasaron en el desierto. Abarca una o dos semanas del mes 11 en ese año 40. Al mes siguiente, Moisés moriría y los israelitas dedicarían este último mes a celebrar el luto por su muerte. Ya a punto de entrar en la tierra prometida, Moisés sintió la necesidad de recordarles algunos eventos sucedidos durante el largo trayecto. Debemos recordar que este grupo de israelitas, con excepción de Josué y Caleb, no eran los que 40 años antes habían iniciado el viaje. Al parecer, Moisés tuvo miedo de que este pueblo, que había sido pulido en el desierto, no estuviese listo para entrar a la tierra prometida.


UNA VEZ QUE EL SEÑOR HA LIDIADO CON NUESTRA VIDA, ¿estaremos listos para recibir el cumplimiento de Sus promesas? Cuando Dios te ordene levantar “el campamento” y salir para enfrentar los desafíos que encontramos en el camino… ¿estarás listo?


Para el pueblo de Israel el día para entrar a la tierra prometida había llegado. El Señor les recuerda que por mucho tiempo habían estado bordeando las montañas.


¿CUÁNTOS DE NOSOTROS NO HEMOS QUERIDO VERDADERAMENTE COMPROMETERNOS CON DIOS? ASISTIMOS CON REGULARIDAD A LOS SERVICIOS DE LOS DOMINGOS, DE VEZ EN CUANDO PRESTAMOS NUESTRA AYUDA, CUANDO SE NOS LO PIDE…PERO BÁSICAMENTE NO QUEREMOS ENFRENTARNOS “A LAS MONTAÑAS”. Parecería que estamos coqueteando con El Dios Vivo.


Isaías 48:17 Reina-Valera 1960

17 Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir.


¡PERO NOS OLVIDEMOS DE QUE ÉL ES DIOS…! Él va delante de nosotros…Él es nuestro mapa y nuestra brújula. Y como una vez me recordó una de mis hijas espirituales, “nos movemos cuando LA NUBE se mueve” …


Éxodo 40:36 Reina-Valera 1960

36 Y cuando la nube se alzaba del tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas sus jornadas;


SIN EMBARGO, esto no significa que todo en nuestro caminar va a ser un “lecho de rosas” o en español “machucado”, “peaches and cream”.


Isaías 43:2 Reina-Valera 1960

2 Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.


ASÍ QUE EN NUESTRO CAMINAR HACIA EL NORTE, vamos a enfrentarnos a ríos y fuegos. La promesa es que no estaremos solos. El Gran Yo Soy caminará contigo y conmigo. ¡WOW!


PERO REQUIERE de nosotros que, cuando lleguemos al río, metamos nuestros pies en el agua…


En el capítulo 3 de Josué se nos relata el cruce de los israelitas por el Jordán. El pueblo se preparó para cruzar este río que estaba crecido por las lluvias de primavera. Desde el versículo 15 al 17 encontramos lo que pasó:


Josué 3:15-17 Reina-Valera 1960

15 cuando los que llevaban el arca entraron en el Jordán, y los pies de los sacerdotes que llevaban el arca fueron mojados a la orilla del agua (porque el Jordán suele desbordarse por todas sus orillas todo el tiempo de la siega), 16 las aguas que venían de arriba se detuvieron como en un montón bien lejos de la ciudad de Adam, que está al lado de Saretán, y las que descendían al mar del Arabá, al Mar Salado, se acabaron, y fueron divididas; y el pueblo pasó en dirección de Jericó. 17 Mas los sacerdotes que llevaban el arca del pacto de Jehová, estuvieron en seco, firmes en medio del Jordán, hasta que todo el pueblo hubo acabado de pasar el Jordán; y todo Israel pasó en seco.


JEHOVÁ, NO SOLO TE DIRIGE, SINO QUE VA QUITANDO LOS OBSTÁCULOS QUE PUEDEN IMPEDIR TU MARCHA…PERO TIENES QUE METER LOS PIES EN EL AGUA. Tienes que creer que Dios tiene el poder y el deseo de acompañarte en esta marcha hacia tu próximo nivel.


OYE BIEN… no estoy hablando de salvación. La Salvación es tan sencilla o complicada como nos recuerda Juan 3:16-17


Juan 3:16-17 Reina-Valera 1960

16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.


Yo te estoy hablando acerca de conocer a Dios de una forma más completa y profunda. Yo te estoy hablando de conocerte a ti mismo, de una forma más completa y profunda… de descubrir ¿Qué es lo que puedes en Cristo? (Filipenses 4:13). Si te conformas con darle la vuelta a la montaña y nunca enfilas hacia el norte para enfrentarla… JAMÁS CONOCERÁS VERDADERAMENTE AL DIOS QUE TE HA CREADO, SALVADO Y AMADO. Necesitamos enfrentar nuestra montaña para que El Señor, El Alfarero, forje nuestro carácter.


DIOS NO QUIERE LIBRARNOS DE NUESTRAS LUCHAS, SINO UTILIZARLAS COMO UNA OPORTUNIDAD PARA PROFUNDIZAR EN NUESTRO CARÁCTER Y HACERNOS CRECER. Tenemos que ser capaces de vivir la vida que Él quiere para nosotros. Tenemos que ocupar los sitios que Él ha abierto para cada uno de nosotros.


HOY YO TE LANZO UN RETO…

Enfila tu mirada “hacia el Norte”. No sigas dándole la vuelta a la montaña, sino que, con la ayuda y el PODER DEL ESPÍRITU SANTO, abraza el llamado que tu Padre Celestial te hace. Sin reservas…. Sin bolsillos escondidos y con las manos abiertas hacia abajo, soltando lo que sobra en este camino, y aceptando rendirte bajo la cobertura de un Dios ¡QUE HA PROMETIDO DIRIGIRTE, CAPACITARTE Y PROTEGERTE…DE AQUÍ A LA ETERNIDAD!

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