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  • Foto del escritor Liliana Méndez Ebra

DESATADLE...PORQUE EL SEÑOR LO NECESITA...


Mateo 21:1-11 Reina-Valera 1960 (RVR1960) 21 Cuando se acercaron a Jerusalén, y vinieron a Betfagé, al monte de los Olivos, Jesús envió dos discípulos, 2 diciéndoles: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego hallaréis una asna atada, y un pollino con ella; desatadla, y traédmelos. 3 Y si alguien os dijere algo, decid: El Señor los necesita; y luego los enviará. 4 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo: 5 Decid a la hija de Sion: He aquí, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre una asna, Sobre un pollino, hijo de animal de carga. 6 Y los discípulos fueron, e hicieron como Jesús les mandó; 7 y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima. 8 Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían en el camino. 9 Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: !!Hosanna al Hijo de David! !!Bendito el que viene en el nombre del Señor! !!Hosanna en las alturas! 10 Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es éste? 11 Y la gente decía: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea. Los cuatro evangelios mencionan este evento: Mateo 21:1-11, Marcos 11:1-11 y Juan 12:12-19. De todos, Juan es quien le dedica menos atención, sólo describiendo la entrada de Jesús en Jerusalén. Sin embargo, los otros tres evangelistas nos proveen más información acerca de lo ocurrido antes de este evento. Era el tiempo de la Pascua y a Jerusalén iban peregrinos de todas partes de la Palestina y el mundo conocido. Treinta años después, un gobernador tuvo que hacer el censo de los corderos que se mataron en Jerusalén para la Pascua y descubrió que su número se aproximaba al cuarto de millón. Si la norma era que por lo menos diez personas comían de cada cordero, quiere decir que para esa celebración específicamente, tiene que haber habido más de dos millones y medio de personas. Ésto nos da una idea de la cantidad de visitantes que se pudieron haber congregado en Jerusalén para la celebración de la Pascua ese año. Es decir que la visita de Jesús en esta fecha fue deliberada pues supondría que miles de personas serían testigos de la culminación de su vida, y en especial de su ministerio.

De los evangelistas, Mateo es el único que menciona que, en adición a un pollino, los apóstoles que fueron enviados a buscar “el transporte” de Jesús, se encontraron también con una asna. Algunos creen que Mateo quiso conformar el evento a la profecía de Zacarías 9:9, que también aparece en esta porción bíblica:

Zacarías 9:9 Reina-Valera 1960 (RVR1960) 9 Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna. Esta porción bíblica en Zacarias lleva como título; “El futuro Rey de Sion”. Es decir que describía la entrada triunfal del Rey que esperaba el pueblo judío. Esta profecía se escribió alrededor de 520 a.C. Por si tuviéramos alguna duda acerca de lo cuidadoso del Plan de Salvación establecido por Dios, esta porción afirma la Omnisciencia del Rey del Universo, y su control absoluto hasta del último detalle acerca de la venida del Mesías. Así, Zacarias, cientos de años antes de la venida de Jesús, tuvo un atisbo de la Luz que venía a salvar al mundo.

Mateo menciona que después de que Jesús sanó dos ciegos saliendo de Jericó (Mateo 20:29-34), Él y sus discípulos se detuvieron en Betfagé. Marcos y Lucas incluyen a Betania en sus relatos. Así que muy posiblemente Jesús y sus discípulos descansaran en el hogar de María, Marta y Lázaro en Betania. Los comentaristas fijan este evento en viernes. Para celebrar el sábado judío, tuvieron que estar en descanso desde la puesta del sol del viernes hasta la del sábado. En el vs. 2 (Mt.21) encontramos a Jesús enviando a dos de sus discípulos, cuyos nombres no aparecen, con la encomienda de hallar un asna y un pollino. Marcos y Lucas mencionan en sus evangelios, que Jesús, aunque no les provee a sus discípulos el nombre de los dueños del pollino, sí les dice que se encuentra “en la aldea del frente” y que este pollino jamás había sido montado por hombre. El hecho de que el pollino jamás hubiese sido montado resulta apropiado para darle un carácter de “santidad” a su propósito; que era ser usado por el Mesías.

Números 19:2 (RVR1960), menciona una ordenanza prescrita por Jehová para la purificación de los inmundos: 2 Esta es la ordenanza de la ley que Jehová ha prescrito, diciendo: Di a los hijos de Israel que te traigan una vaca alazana, perfecta, en la cual no haya falta, sobre la cual no se haya puesto yugo; Asimismo, Deuteronomio 21:3 (RVR1960) da la misma fórmula para la purificación: 3 Y los ancianos de la ciudad más cercana al lugar donde fuere hallado el muerto, tomarán de las vacas una becerra que no haya trabajado, que no haya llevado yugo; Este animal entonces estaba siendo dedicado al uso sagrado de Aquel quien lo estaba requiriendo. En adición a que el pollino no hubiese sido montado por hombre, Jesús les dice a sus dos discípulos que lo encontrarían atado y añade que, para ser usado, tenían que desatarle. El Maestro conocía la condición del animal que iba a utilizar. Así mismo, Jesús conoce nuestra condición. Conoce nuestro pasado, presente y futuro. Ésto me hace recordar un momento en la vida de un hombre a quien dice la Escritura, Jesús conocía porque “le había visto”.

Juan 1:47-48 (RVR1960) 47 Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño. 48 Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. ¡Que maravilloso…Jesús nos ve! Y porque nos ve, sabe quiénes somos, lo que anhelamos y lo que Él anhela que seamos. Este pollino estaba atado y para que pudiera servirle a Jesús tenía que ser desatado. O sea, tenía que estar disponible. ¡WOW! pensar que muchos de nosotros no estamos siendo utilizados a capacidad porque seguimos atados… Atados a relaciones, posesiones, estados emocionales, condiciones de salud física… la lista es interminable. Atados al pasado y atados al temor de lo que nos depara el futuro. PERO Jesús nos da Su fórmula en

Mateo 11:30 (RVR1960): porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. Cuando depositamos nuestra vida en Sus manos, Su fortaleza nos sostiene y Su compañía hace de cualquier carga ligera. Si todavía no estás experimentando esta clase de paz, ¿A qué o quién estás atado? ¿Qué es lo que impide que El Señor pueda ser glorificado en tu vida y a través de tu servicio? A medida en que nos aferramos a nuestras cargas, estamos diciéndole al Señor que Él no es suficiente para liberarnos de ellas. Tengo que recordarte, que por más complicada que creas es tu situación…para El no hay nada imposible (Genesis 18:14). La instrucción del Señor para sus apóstoles fue que, una vez hubiesen desatado a los animales, si alguien les preguntaba por qué se los estaban llevando, sencillamente les dijeran: “El Señor los necesita y después los enviará.” Parecería que Jesús, quien obviamente tenía amigos en la comarca, hubiese hecho arreglos para utilizar estos animales. Eso, o simplemente este evento una vez más demuestra que Jesús tenía un conocimiento sobrenatural. Nótese que, por primera vez, El Maestro se refiere a sí mismo como EL SEÑOR. Muchas veces pretendemos que Jesús sea nuestro Salvador, sin que ni siquiera hayamos aceptado Su Señorío sobre nuestras vidas. El concepto Señor va intrínsecamente relacionado al hecho de que Él es nuestro dueño. Él tiene derechos sobre nosotros…y nosotros somos Su propiedad. De hecho, la Palabra es clara cuando nos recuerda que:

Salmos 24:1 (RVR1960) 24 De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan. Jesús, como parte de la naturaleza trina de Dios, ha creado todo como nos dice Juan en su primer capítulo, todo fue creado por Él y para Él. Lo primero entonces en este relato es que Jesús es nuestro Señor, nuestro dueño y que para serle útil tenemos que permitir que nos desate de todo aquello que se interponga en nuestro total rendimiento y servicio. Cuando los apóstoles llegaron a la aldea en la cual estaba el pollino y el asna, los desataron y repitieron las palabras dichas por el Maestro a quienes les preguntaron por qué se llevaban los animales. Los dueños de los animales tampoco tuvieron problemas en dedicarle su propiedad al servicio del Señor. Aunque ciertamente todo le pertenece a Él, nuestra actitud tiene que ir en acorde con ésto. Es decir, que una vez hemos aceptado el Señorío de Cristo, tenemos que presentarnos y presentar todo lo que poseemos para ser usados conforme a Su plan de Salvación. Jesús finalmente se sentó sobre el pollino como había sido profetizado. Entró en domingo a la ciudad que le vería morir sólo unos días después. Para entonces, Jesús había hecho milagros y prodigios durante tres años, así que como era de esperarse, muchos se acercaron a Jerusalén sabiendo que le verían. La recepción que tuvo al entrar a la ciudad, aunque dramática para los apóstoles, tiene que haber sido bien dolorosa para El Señor. La forma en que seleccionó entrar tiene que ver con el cumplimiento de la profecía en Zacarías 9:9. Finalmente y de forma pública, Jesús se manifestaba como El Mesías esperado. Sin embargo, el pueblo no entendió Su mensaje pues esperaban un héroe militar que se enfrentara a Roma y les liberara de su cautiverio político – económico. Lucas captura el impacto que tuvieron las acciones y los gritos del pueblo:

Lucas 19:41-42 Reina-Valera 1960 (RVR1960) 41 Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, 42 diciendo: !Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos. Éstos mismos que lo celebraban pedirían su vida sólo unos días después. Este clamor y recibimiento no era para Jesús, sino para lo que en la mente del pueblo significaba el salvador militar-político de los judíos. ¡HOSANNA!, que significa Dios salve o Salve ahora, era el grito en boca de los que recibían al Maestro. Esta misma estrofa era cantada antifonalmente por los peregrinos que se acercaban a Jerusalén y los levitas que los recibían en la puerta santa.

Salmos 118:25-26 (RVR1960) 25 Oh Jehová, sálvanos ahora, te ruego; Te ruego, oh Jehová, que nos hagas prosperar ahora. 26 Bendito el que viene en el nombre de Jehová; Desde la casa de Jehová os bendecimos. Este himno era interpretado esa tarde como un canto nacional que pretendía que Israel nuevamente recuperara la gloria pasada. No entendían que Jesús no venía a luchar por su independencia nacional, sino para traer una “cura” y una liberación del pecado. Su paz y justicia no tenían nada que ver con la que el mundo da, sino con aquella que nos prepara para la eternidad. Ya Jesús se había confrontado con esta visión incorrecta en Juan 6:14-15 (RVR1960)

14 Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo. 15 Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo. Una vez más, Jesús había sido malinterpretado, Él hablaba un idioma que no era y no es popular. Jesús predicó acerca del amor, acerca del arrepentimiento, de la hipocresía, de la humildad, del servicio y de la obediencia, entre otros temas. Todos estos mensajes nos convocan a vivir una vida de sometimiento y a ser genuinos. No podemos predicar con nuestra boca, lo que no va en armonía con nuestras acciones. El vs. 10 en el evangelio de Mateo dice que cuando entró en la ciudad todos se conmovieron preguntando ¿quién es este? ME PARECE QUE ESTE ES EL TEMA FUNDAMENTAL DE ESTE EVENTO. ¿Quién es Este? ¿Quién es Jesús para ti? ¿Es algún personaje bueno que nos enseña valores morales? ¿Un personaje histórico, un profeta que trajo un mensaje revolucionario para su época? O es Jesús…tu Señor, tu dueño, tu Salvador. ¿Si hubieses estado ese domingo de ramos recibiendo a Jesús en el pollino, hubieses gritado Hosanna, bendito el que viene en nombre del Señor? ¡HOSANNA! Señor acepto tu disciplina, acepto que me desates de todo lo que me impide hacer tu voluntad. O al final de esa semana te hubieses unido a los que gritaron con la misma pasión y fuerza… ¡CRUCIFIQUENLE! ¡Maten a este que pretende alterar la comodidad de mi superficial vida! REFERENCIAS: 1- Comentario al Nuevo Testamento, William Barclay, Editorial CLIE, 2006 2- Comentario Bíblico Beacon, Casa Nazarena de Publicaciones, 1985 3- Comentario Bíblico de William MacDonald, Editorial CLIE, 2004

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